Sebastián Meresman
El guardameta de 36 años contuvo este domingo un penalti en el partido que San Lorenzo empató 1-1 con Patronato, en la cuarta jornada de la Liga argentina.
De 32 penaltis que le patearon Torrico atajó once, cuatro fueron desviados y 17 terminaron en gol.
Aunque está lejos del récord que esgrimen los exporteros Hugo Gatti y Ubaldo Fillol, de 26 remates contenidos, Torrico es considerado un especialista en la materia, aunque él lo niegue.
"No soy un especialista. Fui aprendiendo de a poco, practico mucho con mis compañeros", dijo en 2014 tras contener dos penaltis ante Gremio en los octavos de final de la Copa Libertadores.
El portero es apodado desde ese momento 'San Torrico' por los simpatizantes de San Lorenzo.
Sin embargo, no se siente ningún santo y suele remarcar a la prensa el estudio previo que realiza de todos los posibles lanzadores de penaltis del equipo rival.
La racha de Torrico parece no tener fin. El 13 de septiembre de este año le atajó uno al uruguayo Santiago Silva en el último minuto del partido de vuelta de la segunda fase de la Copa Sudamericana que hubiese derivado en la eliminación ante Banfield.
"El arquero está para eso. Tenía decidido que me iba a tirar a la derecha. Por suerte lo pude adivinar. Era injusto si no pasábamos porque los muchachos habían hecho un gran partido. Me tocó a mí la última, pero el esfuerzo fue de todos por igual", dijo con humildad Torrico tras ese encuentro.
"Lo de Torrico es excepcional. Sé que cada vez que hay un penal hay muchas chances que lo ataje", afirmó su compañero de equipo Martín Cauteruccio. "Es un genio", agregó Sebastián Blanco. "Sabía que lo iba a atajar", añadió Emmanuel Mas.
San Lorenzo tiene otro especialista en penaltis: el centrocampista argentino nacionalizado paraguayo Néstor Ortigoza, que cambió por gol 32 de 34 penaltis que pateó, solo le atajaron uno, y el restante impactó en el travesaño.
Torrico ha hecho toda su carrera en el fútbol argentino. Debutó en Godoy Cruz en 2011, en la Segunda División, y en 2006 consiguió el ascenso a la máxima categoría. Jugó en Argentinos Juniors de 2008 a 2009, regresó al equipo mendocino en 2010, y en 2013 fichó por el San Lorenzo.
Con el equipo azulgrana ganó el Torneo Inicial de la Liga argentina en 2013 y la Copa Libertadores de 2014.
En diciembre de 2013, tras la consagración, el equipo fue recibido por el papa Francisco, reconocido hincha de San Lorenzo, y Torrico le regaló al pontífice los guantes que utilizó en el último partido de la Liga.
En agosto de 2015 falleció su hijo, Justino, que había nacido de manera prematura una semana antes. Jugadores, clubes e hinchas se solidarizaron con el guardameta y su familia.
El portero de San Lorenzo fue recibido con aplausos en la mayoría de los estadios que visitó el equipo durante ese año.
Torrico, aunque todavía no alcance el récord de Gatti y Fillol, ya se metió en el corazón de los hinchas azulgranas. EFE