Samuel Aldrey
Amaga Zidane dejando atrás rivales. Medio sube la cabeza, la baja completa. Hace como que dice que sí, pero no. Hace como que no, pero sí. Las preguntas caen desparramadas en las sillas, uno tras otro, nalgas sentadas, brazos cruzados. Solo se detiene a pensar en el estadio Ciutat Valencia, aún no piensa gambetear en la Champions o en el Clásico.
Así va el francés con inteligencia y sobriedad, porque mientras otros solo ven sus próximos partidos él solo está pendiente del que tiene enfrente.
“Tenemos que estar concentrados en lo que hacemos. ¿Alguien sabe lo que va a pasar mañana? No. Lo único que puedes hacer es dar el cien por cien, y el resto nadie lo sabe. No miro más allá de mañana (por el sábado)”, mientras movía la cabeza. No se sabía si asentía o negaba, pero lo explicaba.
Lo que no se puede negar es que dejó fuera a Gareth Bale, Luka Jovic y Rodrygo Goes. Eso es lo que tiene tener una plantilla tan grande y con calidad. Las convocatorias parecen ser tema de polémica, pero son solo decisiones estudiadas “Todos mis jugadores son importantes. Vivo con mis ideas y siempre va a ser así, lo que hago es una pasión”, apostilló.
Tendrá que afrontar su pasión con la pasión del Levante. Ganar en casa se ha convertido en su adicción. Suma que suma de tres en tres, para dar un total de 29 puntos. Lo que lo convierte en una salida silenciosa y peligrosa. Aunque el Madrid no pierde de visitante en LaLiga desde 19 de octubre ante el Mallorca en San Moix. Aunque luego se convirtió en el mejor equipo fuera de su estadio con 25 puntos de 36 disputados lejos del Bernabéu.
Zidane sigue dejando atrás rivales y el Madrid quiere llegar líder a una semana del clásico. Sí, otros vemos más allá de Levante. Mientras el francés aún está intentado driblar al 13° de LaLiga y con seguir con su “pasión”.