Daniel Velásquez Battaglini
Lo que está sucediendo con Takefusa Kubo es un fenómeno difícil de explicar. Quizás sea una campaña de marketing orquestada por el Real Madrid para hacer frente al mercado asiático, específicamente al japonés, o bien su calidad como jugador si va más allá de lo normal.
Parece mentira que las noticias que abundan hoy en día en la prensa española con referencia a la Casa Blanca, vayan en su mayoría dirigidas al joven japonés de tan solo 18 años, que actualmente se encuentra bajo las órdenes de Zinedine Zidane. Tanto así, que la flamante incorporación hasta ahora del Madrid en lo que va de mercado, Eden Hazard, ha pasado a un segundo plano con la irrupción del jugador asiático.
El propio Kubo públicamente declaró que “no le gusta tanta presión mediática”, a lo que Zidane en rueda de prensa señaló: “Él sabe al club que llegó y aquí siempre es así”.
Ahora bien, Kubo es un jugador formado en La Masía, cantera del Barcelona, pero se tuvo que marchar a Japón debido a la sanción impuesta por la FIFA al club azulgrana que le prohibía jugar. Fue allí donde el Real Madrid aprovechó y se hizo con su ficha. Este puede ser otro de los motivos por los cuales la prensa hace tanto revuelo: “Florentino Pérez lo ha vuelto a hacer y le ha quitado otra perla a los culés”. Esa situación ya es suficiente para dar mucho de qué hablar en el “cotilleo” diario español.
En lo meramente futbolístico, el japonés si presenta dotes de buen jugador. Se le pudo apreciar en la Copa América cuando vino con su selección, y aunque si solía destacar, su inexperiencia en algunas situaciones de juego era notable.
Ahora con el Real Madrid, el japonés debutó frente al Bayern Múnich y jugó buena parte del segundo tiempo frente a los alemanes. Los analistas se llenaron de elogios hacia al jugador, aunque sin hacer ninguna asistencia o gol en el partido. Entonces ¿por qué tanto revuelo con el japonés? En el Real Madrid parece estar sucediendo un fenómeno de actitud contra la apatía. Jugadores como Isco, Asensio, Kroos, o incluso Modric, parecen no deslumbrar al madridista, no obstante, a los nuevos jóvenes se les ven con ganas, muestran desborde, regates en el uno contra uno, ilusión y motivación.
Solo cabe recordar lo que sucedió con Vinícius Jr la pasada temporada. El brasileño, también de 18 años, fue el único que dio un lavado de imagen a la triste cara de todos los fanáticos madridistas. Mostró rebeldía en su juego, algo que nunca se les vio a los otros jugadores normalmente titulares. Ya después la llama de emociones se iría poco a poco apagando ante la falta de aciertos de cara al gol y la lesión que sufrió a final de temporada.
Con Kubo sucede un fenómeno similar. En los entrenamientos se le ven detalles que otros no hacen: control con el tacón, regates en espacios cortos, pases entre líneas, y sobre todo, muchas ganas, lo cual ilusiona al madridismo en el futuro, aunque en el club blanco no se acostumbra a esperar.