Manuel Vargas | @MA_Vargas7
Álvaro Morata se despidió del Real Madrid por segunda vez en su carrera, una adiós que parece que esta vez sí es definitivo. Su frase al abandonar la concentración blanca de “ya no creo que vuelva al Madrid” es tajante, pero deja ver que el delantero tenía la voluntad de triunfar con el Madrid y algunas cosas se lo impidieron.
El Chelsea al acecho
Los Blues necesitaban un delantero contrastado para afrontar la campaña 2017-2018 luego de que la enemistad de Antonio Conte con Diego Costa llevara a comunicarle al delantero, con un mensaje de texto, que no contaba con él.
Tras perder a Romelu Lukaku a manos del Manchester United (que también se interesó en Morata) la opción del delantero madrileño se reactivó. Con 80 millones de euros, más variables, y los 9 millones anuales para el atacante, las negociaciones fructificaron y el Chelsea terminó ganándole la partida a equipos como Milan y Juventus quedándose así con uno de los 9 más cotizados de la actualidad.
Más minutos y protagonismo
Morata hizo una temporada fantástica. Jugando 1.872 minutos, el jugador número 17 en tiempo de juego dentro del equipo merengue, se convirtió en el segundo goleador con 20 tantos y solo Cristiano Ronaldo (42 goles) superó su cuota de dinas. Sin embargo, estos números nunca le permitieron tener más minutos y protagonismos dentro del terreno de juego.
El canterano regresó con la promesa de Zinedine Zidane de que sería importante y a la hora de la verdad otros jugadores, sobre todo Karim Benzema le ganaban la partida. Pese a aparecer en momentos cruciales para el Madrid, Morata siempre era el “plato de segunda mesa”; no obstante en el Chelsea será una historia distinta, porque tal como dijo el propio Morata: “me voy con el entrenador que más confió en mi”.
El Mundial de Rusia se acerca
Rusia está en el horizonte, por lo que varios jugadores están deseosos de demostrar todo su potencial para ser considerados y llamados para la importante cita futbolística. En el caso de España, el seleccionador Julen Lopetegui se ha mostrado categórico al decir que cuenta con Morata para el Mundial, pero el artillero no quiere dejar nada al azar.
Viendo minutos constantemente, teniendo la oportunidad de exponerse semana a semana, en citas importantes además, y tratando de marcar muchos goles, sus oportunidades de tener un puesto entre los convocados al Mundial crecen más y con el Chelsea tiene la chance de hacer eso y más, algo que el Madrid (con su papel secundario) el jugador veía menos factible.
Benzema siempre adelante
Karim Benzema es un delantero de talla mundial que aporta cosas que otros no pueden; pero es ilógico negar que Morata también tiene buenas cualidades, que a los ojos de Zidane no eran suficientes. El francés gozó de 3.239 minutos durante toda la campaña, es decir 1.367 minutos más que Morata, y aún así marcó un gol menos (19) que el español. El delantero galo ha sido la punta de lanza en cada choque importante del conjunto blanco, negándole el paso a Morata.
En los Clásicos, las eliminatorias de Champions League ante el Nápoles, Bayern Múnich, Atlético de Madrid y en la final contra la Juventus el español casi ni jugó viendo desde el banco cada partido. La importancia que le prometieron quedó en puras palabras, más cuando el propio Benzema admitió que estuvo jugando varios meses con cinco kilos de más a su peso ideal; es decir que Morata ni teniendo mejores condiciones físicas jugó más que Karim.
La predilección de Zidane por la BBC (Benzema, Bale y Cristiano), pero sobre todo por su compatriota, es innegable por lo que la solución que encontró Morata fue salir del equipo de su vida para tener el tiempo que su aportación, en juego y goles, merecían.
Negocio redondo para el Madrid
El Real Madrid sale muy beneficiado de la venta de Morata al Chelsea. Al vender a un jugador que no está contento, que además para el entrenador no es titular, por 80 millones de euros más variables (puede llegar a 85 millones si se cumplen) ciertamente es un buen negocio. Los blancos consiguieron la venta más grande de su historia, superando los 75 millones de euros por los que vendieron a Di María al Manchester United, teniendo ahora dinero y espacio para afrontar un gran fichaje.
Kylian Mbappé es el deseado
Una de las estrellas del mercado es Kylian Mbappé. El joven francés es el más deseado por los grandes clubes y por supuesto entre ellos está el Real Madrid; aunque antes podía acometer el fichaje sin muchos problemas, ahora el camino luce más allanado. Sin Morata queda un espacio en la delantera y los millones que dejó en las arcas pueden ser utilizados para terminar de abordar el fichaje de Mbappé, quien está llamado a comandar el fútbol mundial en los próximos años.
Gozar de más protagonismo, sentirse importante dentro del club o ganar más títulos dentro del campo son algunas de las causas que llevaron a que Morata se despidiera una vez más de sus compañeros y partiera rumbo a Londres para labrarse un nuevo porvenir. El español dejó un gran recuerdo en Madrid y tal como dijo se va consentimientos encontrados, pero con varios títulos y el recuerdo de que “la última vez que me puse esta camiseta fue en Cibeles".