Samuel Aldrey / @SamuelAldrey
La noticia no salió en diarios ni portales. El 16 de agosto de 2017, falleció Harry Harley un hombre de 91 años y un espectador privilegiado: 91 años atrás vio, desde el cemento fresco de un Centenario recién estrenado, la final del primer Mundial, el de Uruguay 1930, cuando la selección de su país venció 4-2 a Argentina.
Harley fue el último espectador que llegó al Siglo XXI con la dicha haber presenciado la edición más famosa de las 191 que lleva el clásico más antiguo del continente y el partido entre selecciones más jugado del mundo que tendrá hoy otra edición en Copa América.
El primer clásico se jugó en Montevideo y los jugadores argentinos fueron acompañados por mil hinchas. Argentina, que vistió de celeste, goleó 6-0 a Uruguay, que jugó de azul. Se volverá a ver el partido de potrero más distinguido del mundo.
El laboratorio de Lionel Scaloni se encuentra a full, más allá de que el DT está tratando de afianzar una formación base y ésa es la que debutó en la Copa América ante Chile (con el cambio de Cuti Romero por Martínez Quarta). Mucho más si los futbolistas vienen gastados de una intensa temporada.
La gran incógnita es si, Scaloni, mantendrá el 4-3-3 con el que inició ante Chile y Colombia, o si, por la potencia del ataque uruguayo (Luis Suárez y Edinson Cavani), decide apostar por el 5-3-2.
Pizarra del maestro. Uruguay llega a este encuentro tras igualar sin goles en las eliminatorias ante Paraguay y Venezuela.
El seleccionador de la Celeste, Óscar Washington 'el Maestro' Tabárez, probó en los últimos entrenamientos con un medio campo renovado.Giovanni González, Lucas Torreira, Rodrigo Bentancur y Nicolás De la Cruz podrían ser titulares ante Argentina, relegando al banco a Federico Valverde, Matías Vecino, Facundo Torres y Jonathan Rodríguez.
Giovanni Gónzalez, que es defensor en Peñarol, jugaría en el centro del campo para reforzar la marca de Messi.
Luis Suárez y Edinson Cavani, los letales delanteros uruguayos, serán titulares.
Los uruguayos ganaron los duelos más importantes pero los argentinos les llevan 31 triunfos de diferencia. El fútbol de América le debe un monumento al duelo del Río de la Plata, calificado por el escritor argentino Juan Sasturain como “la final de barrio más grande del mundo”, una rivalidad alimentada a base de finales, violencia y clásicos cruciales.