Ángel Darío Sánchez
“Ángel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni día”, esta frase religiosa pudiera ser bien aplicada al salvador aurinegro, que gracias a su entrega y, sobre todo, por su gol en los últimos minutos del partido, no desamparó al Deportivo Táchira durante los 90 minutos
Es que Wilker Ángel y compañía no bajaron los brazos, a pesar de que el gol de Edder Farías le dio un duro golpe a falta de diez minutos para que finalizara el encuentro. Ejemplo de esa entrega, fue cuando se corría el 90+3 y todo el cuadro aurinegro buscaba ese tanto que le diera el empate, que al final llegó gracias a ese Ángel de la guarda.
“La pelota sale del costado, tuve la fe de que no estaba en posición adelantada, y me lanzaron un gran centro que no desaproveché. Ya (Alain) Baroja me había tapado una, traté esquinársela y así fue”, rememoró el defensor aurinegro sobre el momento en que marcó el gol que le dio al Deportivo Táchira un nuevo torneo corto en su historia.
“Nunca bajamos los brazos. Sabíamos que nos los merecíamos, hemos pasado muchas tristezas, muchas derrotas y en verdad merecemos esto”, aseguró un muy emotivo Wilker, que no se olvidó de la derrota que sufrieron en el 2013 en este mismo campo y frente al “Rojo” por la final de la Copa Venezuela. “Pasamos una derrota aquí (Caracas) en Copa Venezuela y nos merecíamos esta revancha”.
“Agradecimiento a esa hinchada”
Los devotos del aurinegro podrán dormir con mucha felicidad y alegría gracias a ese tanto proveniente de su Ángel, que como buen “santo” le dio un milagro a esa fiel hinchada que se llevó sus aplausos. “Estoy agradecido con el cuerpo técnico, con la directiva y con esta gente, que siempre me brindaron el apoyo y esto es para ellos”.
“Tengo palabras de emoción y de agradecimiento a esa hinchada. A todos los estadios que vamos ellos están, estuvieron en las malas y hoy (domingo) se lo merecen”, aseguró.
Por último Wilker Ángel tuvo reconocimiento especial, al mandarle unas palabras a un ser que es intangible, pero que para él es palpable. “Le agradezco a Dios por darme la dicha de jugar al fútbol y estar en Táchira”.