Carlos Luis Chacón
Corría la segunda quincena del mes de julio en 2013, Daniel Farías encabezaba una delegación del Deportivo Táchira que estaba en Argentina para el cierre de su pretemporada, con una agenda que incluía varios partidos contra equipos locales, y allí sorpresivamente apareció un jovencito que estaba a días de cumplir los 18 años, un nombre que nadie fuera del entorno del “Carrusel Aurinegro” tenía en las cuentas, se trataba de Carlos Cermeño.
Carlos Eduardo Cermeño Uzcátegui, nació en Maturín en Agosto de 1995, es hijo de Pablo Cermeño y Luisa Uzcátegui, divorciados, y por ello tuvo que crecer al lado de sus abuelos paternos, aunque asegura que la relación con sus progenitores es excelente.
“Toda la vida viví con mis abuelos, Miguel y Ana, en el Barrio Brisas del Aeropuerto, un sector muy humilde de Maturín, y así fue hasta que me vine a Táchira. La verdad es que antes de empezar en el fútbol jugué beisbol, pero no me sirvió, era muy malo. Así que me inscribieron en natación pero casi me ahogo y no quise ir más”, explica el mediocampista dejando escapar una sonrisa.
Y prosiguió: "Entonces mi madre me llevó a una escuela de fútbol que se llama Mejía Altamirano donde jugué en pre infantil, luego tuve un inconveniente allí y no quería volver, pero mis padres me incentivaron y mi madre me llevó con diez años de edad para entrenar en el Centro Español de Maturín, donde después asistía en compañía de mi abuela”.
La primera le abrió sus puertas
Pero el gusto por el balompié le tenía preparado algo mejor a Cermeño y así cuando tenía quince años el padre de un amigo le comentó que Alí Cañas, técnico del Monagas Sport Club, estaba interesado en él, por lo que muy pronto el joven mediocampista pondría su talento al servicio de los “Guerreros del Guarapiche”, y el 15 de agosto del 2011 hacía su debut en la primera división.
“Mi paso por el Monagas me dejó muchas experiencias, vi poca oportunidad con el equipo de primera, quizás por la edad, quedan recuerdos buenos y malos. Confieso que en algún momento tuve actitudes inadecuadas para un profesional, pues con Saúl Maldonado como técnico me hice expulsar de un partido y de una arranqué para mi casa, hoy día reconozco que fue un acto de inmadurez, de eso también se aprende”.
Haciendo nombre con Táchira
Cermeño llegó a Táchira con 17 años y estando en Argentina aun sin firmar el contrato un directivo de Monagas declaró que los aurinegros lo tenían secuestrado, momento que recuerda y describe: "En un módulo vinotinto Daniel Farías me dijo que tenía rato haciéndole seguimiento a mi trabajo y ¿que si quería irme a Táchira? Eso me tomó por sorpresa, porque además me quedaban seis meses de contrato con Monagas, pero él me dijo que estuviera tranquilo que el dueño del equipo se encargaría de resolverlo con ellos, eso tardó un poco y de ahí los rumores, pero al final todos quedaron de acuerdo y aquí estoy”.
Carlos que naturalmente es volante de creación zurdo ya tiene dos años al servicio del Deportivo Táchira, al comienzo tuvo que superar una fractura que sufrió en argentina, pero después se fue ganando el puesto de juvenil, inicialmente le tocó encargarse de la banda izquierda, pero la necesidad del plantel le tiene hoy día en zona de recuperación con funciones de volante cinco, ya dejó la etapa de juvenil y se ha convertido en ficha fija del once titular.
“Es complicado cuando no estás en tu posición, así que me tocó aplicarme aún más en el trabajo táctico del puesto de lateral, porque tienes que atacar, pero marcar más, aunque por suerte conté siempre con la ayuda de Yuber Mosquera que es uno de los mejores. Ahora más adelantado como volante de contención intento aprovechar la nueva oportunidad que me dan para demostrar mi capacidad”.
En el presente formando parte del plantel de la octava estrella aurinegra las aspiraciones de Cermeño se dimensionan al tamaño de sus nuevos compromisos y afirma:” Lo primero es seguir logrando cosas con Táchira, inevitablemente eso me permitirá conseguir otras metas, la verdad no me pongo objetivos a largo plazo, pienso en cosas más inmediatas y eso me permite enfocarme mejor, de momento quiero seguir en los módulos de la selección y el año entrante tener una buena Copa Libertadores”.
El Clásico “entre ceja y ceja”
El próximo domingo se jugará en el estadio de la UCV el partido entre el Deportivo Táchira y Caracas, correspondiente a la quinta fecha del torneo adecuación, encuentro que tendrá aún muy fresca en la memoria de la hinchada las imágenes del 1-1 con el que Táchira se ganó el puesto a la final de mayo 2015.
“Es un partido aparte y estamos trabajando para el de este domingo, lo que pasó en mayo ya es historia, no es momento de pensar en eso, ahora nos toca enfocarnos en lo que viene. Es cierto, es un partido más del adecuación, pero no deja de ser el clásico, un juego especial que tiene su picante y mucho morbo para jugadores, afición y directivos, todos quieren ganarlo” sentenció.