Ángel Darío Sánchez
Ronald Vargas sigue disfrutando ese segundo aire que le ha dado este 2015, año donde volvió a tener esa regularidad en las canchas para retornar a la selección nacional, disputando la Copa América de Chile 2015, dejando destellos de que el Vargas de otrora ya quiere volver.
Y para seguir con esa progresión en su carrera, que se ha visto perjudicada por culpa de las lesiones, el criollo fue presentando este viernes como nuevo jugador del AEK Atenas de Grecia, para seguir con esa racha positiva que ha vivido en los últimos meses dentro de su carrera.
Vargas estampó su firma en un contrato que lo liga con el conjunto de la capital del país europeo por los próximos dos años, después dejar una buena imagen con el Balikesirspor de la Primera División de Turquía, donde dejó buenos números que lo catapultaron a la Vinotinto.
Es que el oriundo de Guatire disputó 25 encuentros (17 desde el vamos), para acumular 1499 minutos jugados (cifra que no recolectaba desde la temporada 2010-2011) y celebró seis anotaciones. Ahora “Ronita” tendrá la misión de volver a superar esa actuación que dejó en tierras turcas en una competición que tiene un nivel parecido a la otomana.
El AEK Atenas viene de jugar en la Liga de Fútbol (Segunda División) obteniendo su boleto a la máxima categoría (Súper Liga), después de estar naufragando por las divisiones de menor calidad del fútbol heleno tras perder la categoría en la temporada 2012-2013.
Ahora en esta nueva campaña el equipo amarillo y negro quiere volver al sitio donde pertenece dentro de Grecia y con la ayuda de un criollo tendrá la misión de devolverle la alegría a sus seguidores, que ha sufrido en los últimos años por el debacle financiero que vivió su equipo.
“Muy feliz de firmar aquí y ser parte de AEK y esta familia y con el favor de Dios espero todo salga bien y podamos conseguir títulos y cosas positivas”, fue lo escrito por Ronald Vargas en su cuenta oficial en Instagram, dejando claro que este nuevo reto en su vida lo asumirá con mucha profesionalidad, para recuperar el brillo de antes.