Ángel Darío Sánchez
La selección sigue poniéndose a tono en Mendoza (Argentina) para afrontar con las mejoras condiciones la Copa América de Chile 2015. Ya son más tres semanas de entrenamiento entre los realizados en el Centro Nacional de Alto Rendimiento en Margarita y lo que se han hecho en tierras sureñas, por lo que la Vinotinto le ha sacado bastante provecho a estos días para llegar en óptimas condiciones a tierras chilenas.
Tanto así que Juan Arango, uno de los referentes de la actual Vinotinto, aseguró que se están preparando para jugar seis partidos (llegar hasta la final o por al juego al tercer y cuarto lugar) en el certamen continental, pero dejando claro que ningún partido será fácil. “Ningún partido va ser tranquilo, ni Colombia, Perú ni muchos menos Brasil, pero si es bien cierto que ninguno de los cuatro equipos va tener partidos fáciles”.
Para Arango esos compromisos de la primera fase de la Copa van a ser “muy disputados, partidos muy complicados pero nosotros nos estamos preparando para eso, para seis partidos y para estar en lo más alto” del campeonato de naciones más antiguo del fútbol.
También tuvo palabras para describir la estancia que ha tenido la selección durante su estadía en Argentina, la cual calificó de “buena”. “La estancia aquí ha sido bastante buena, nos ha servido mucho, haciendo fútbol con algunos jóvenes de aquí (equipo juvenil de Godoy Cruz)”, aseguró el maracayero, que no dejó por un lado el tema del clima, el cual es de temperaturas bajas por estos días en Argentina, característica que también vivirán una vez instalados en Chile.
“La verdad que la mayoría del equipo está acostumbrado al frío, porque juegan en Europa, así que no nos afecta en nada”, añadió. Arango también confesó que “faltan algunos detalles para que el equipo esté bien”, por lo que a partir de ahora los próximos días serán claves para la preparación final del grupo, que se estrenará el venidero 14 de junio frente a Colombia en Rancagua.
Por ahora, como afirmó Arango, todo el equipo se encuentra mentalizado en llegar a lo más alto de la Copa, para igualar o superar lo hecho en Argentina hace cuatro años.