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"Gusta a todos los equipos de Europa. Nosotros estamos pensando en enero de 2016. No veo problema en adelantar trabajo si los técnicos así lo solicitan". Así se definió Josep Maria Bartomeu acerca del interés que el Barcelona tiene puesto en Paul Pogba, el centrocampista de la Juventus por el que suspira media Europa. Es conocido el interés del Real Madrid y del Bayern Múnich por el jugador de color francés, pero el Barça está dispuesto a tirar la casa por la ventana, aunque no pueda disfrutar de su juego hasta enero de 2016.
Sin embargo, Pogba no es el único fichaje de campanillas que persigue la "administración Bartomeu". Paralelamente a las negociaciones que desde hace meses se mantienen con Mino Raiola, el respresentante del futbolista, y que avanzan por buen camino para que Pogba vista de azulgrana, la comisión técnica del club aconseja el fichaje de Ángel Di María, un futbolista que ha triunfado de forma rotunda en la Liga española y que está pasando por serias dificultades de adaptación a la Premier League en su primer año como jugador del Manchester United. Di María ha decepcionado a los aficionados del United y, sobre todo, a Louis Van Gaal, que vería con buenos ojos un traspaso.
Bartomeu es consciente de que Di María salió mal del Real Madrid y va a intentar devolverle a Florentino Pérez la afrenta de Luis Figo haciéndose con los servicios del internacional argentino por una cantidad sensiblemente inferior a lo que pagó el United al Real Madrid por él hace apenas unos meses (82 millones de euros). Bartomeu tiene presupuestados cien millones para vestir de azulgrana a ambos jugadores. Con estos dos ases bajo la manga y los títulos que pueda conseguir Luis Enrique en el próximo mes, Bartomeu está convencido de que el futuro en la presidencia del Barça es suyo.