La conclusión de Gareth Bale, compartida/apoyada por su entorno, es clara: mientras esté Cristiano Ronaldo en el Madrid su papel va a seguir siendo secundario, residual. Dos gallos en el mismo gallinero terminan a picotazos y esto es lo que está pasando el vestuario del Real.
La cara de Cristiano Ronaldo tras eliminar al City siendo Bale el héroe de la noche era un poema. Un aviso a navegantes. El galés llama a las puertas de Florentino Pérez con fuera. Ha llegado el momento de elegir quien es el líder del Madrid.
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