El idilio que han vivido hasta ahora el FC Barcelona y Neymar parece tocar a su fin. En la directiva del club existe constancia del interés del PSG por hacerse con los servicios del jugador depositando los 190 millones de su cláusula de rescisión y también se ha producido un sentimiento de decepción por el rendimiento del jugador y su actitud en los últimos partidos.
En plena negociación de la renovación de su contrato, un contrato que le pondrá a nivel económico de número uno mundial, en el club se sienten decepcionados por su facilidad que muestra Neymar para aprovechar los permisos para jugar con Brasil y hacerlos coincidir en divertidas fiestas en las fechas previas al clásico.
Su rendimiento ha bajado muchos enteros y desde luego está muy lejos de justificar las cifras que su padre exige para renovar.
En esta situación aparece la oferta del PSG que el padre del jugador valora muy positivamente porque el cambio le permitiría vivir más tranquilo sin el acoso de la Justicia española. Y paralelamente llega la noticia de que el seleccionador Dunga, de acuerdo con el jugador, tiene la intención de inscribir a Neymar entre los futbolistas que disputarán en junio la copa América en contra de la voluntad del club.
Bartomeu y sus directivos empiezan a verle las orejas al lobo. El Barça le impedirá disputar la Copa América (Neymar cobra un dinero para estar a disposición del Barça) y el jugador utilizará este argumento para justificar su divorcio con el club y su deseo de marchar.
Esa es su coartada de cara a los aficionados barcelonistas si finalmente opta por marchar al PSG: él no quería irse, pero le obligan a hacerlo. Como siempre, los malos serán los demás.
Con lo que no cuenta Neymar es que en la directiva del Barça son ya más numerosos los directivos que están a favor de coger los 190 millones del PSG y perder de vista a Neymar que los que siguen manteniendo que hay que conseguir la continuidad del jugador a cualquier precio.
Lo que es seguro es que Neymar no va a recibir el permiso del club para jugar la Copa América. Y si la acaba jugando, le será prohibida su participación en los Juegos Olímpicos, una competición a la que por ley el Barça no está obligado a ceder a sus jugadores.
En el club han entendido como una provocación el aviso de Dunga de que va a convocar a Neymar para la Copa América, especialmente porque el rendimiento del jugador en los últimos meses no da pie a pensar de que su aportación pueda mejorar la temporada que viene sin las necesarias vacaciones reglamentarias de verano por medio./Don Balón
18/04/2016