Luis Suárez marcó dos goles. Neymar, uno. Iniesta, por su parte, sumó también un tanto, dio todo un recital de juego y se marchó aplaudido por la grada del Bernabéu. No obstante, el jugador del Barcelona que más se nombró en el vestuario del Real Madrid tras el clásico no fue otro que Claudio Bravo. El portero chileno dio todo un recital de juego y frustró cuatro clarísimas ocasiones de gol para los merengues que habrían pintado un panorama muy diferente el pasado sábado.