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El peso que siente Messi con la camiseta de Argentina parece ser cada vez mayor. Es que pese a sus goles, premios y fantasías dentro de la cancha, la falta de títulos con la casaca albiceleste es una realidad difícil de entender para él y el pueblo argentino.
Si bien en su palmarés figuran el título del Mundial Sub 20 en Holanda 2005 y la medalla de oro en Beijing 2008, una copa con la selección absoluta es una verdadera obsesión. Más, si se tiene en cuenta lo cerca que ha estado en tres ocasiones.
La primera fue en la Copa América 2007, donde Brasil los derrotó por un inapelable 3-0. Luego vino la recordada final ante Alemania en 2014, cita donde Mario Götze logró un gol en el alargue que amargó a todo un país. La Copa del Mundo se fue a Alemania y de poco sirvió que Messi haya sido escogido como el mejor del torneo.