Héctor Rojas
Repetir en la final por dos años consecutivos no es casualidad. Argentina y Chile se han consolidado como las dos mejores selecciones del continente y esta noche se medirán para encontrar al campeón de la Copa América Centenario 2016.
En primer lugar se encuentra la selección Argentina, cuyo encuentro tiene aires de revancha a pesar de la negación de cada uno de sus integrantes cada vez que se les coloca esa palabra en una pregunta. La respuesta automática que otorgó Javier Mascherano en uno de los entrenamientos previos al partido es que no lo toman como una revancha, sino como una segunda oportunidad para ganar un torneo importante.
Sequía histórica
La selección albiceleste tiene 23 años sin ganar un torneo de selecciones mayores, un peso difícil de llevar en la espalda del jugador que se coloca la albiceleste.
Desde la edición que la albiceleste ganó en Ecuador 1993 ante México, ha perdido tres finales en Copas América (2004 y 2007 ante Brasil y la del año pasado ante Chile), pero otro agregado es que la de esta noche sería su tercera final consecutiva si se toma en cuenta que llegó al choque decisivo del Mundial Brasil 2014 ante Alemania y la perdió en la prórroga.
Por todos estos antecedentes la presión la tiene el conjunto albiceleste, en especial Lionel Messi, quien jugaría su tercera final de América y que en su país siempre se le critica por no ganar nada importante con su selección (a pesar de que ganó con ella los Juegos Olímpicos de Atenas 2004).
Viejos conocidos
La rivalidad entre la albiceleste y La Roja no nació el año pasado en Santiago, final ganada por el conjunto austral en penales.
Esta rivalidad tiene su génesis en el Mundial Sub-20 de Canadá 2007, cuando ambas se midieron en semifinales. El resultado final favoreció a la albiceleste por 0-3, pero lo que se vivió en la cancha ese día fue un partido de mucho roce, en el que hubo ocho tarjetas amarillas y dos expulsiones.
Entre los argentinos que jugaron ese partido y están habilitados para batallar esta noche se encuentran Sergio Romero, Gabriel Mercado, Éver Banega, Sergio Agüero y Ángel Di María, mientras que por el lado chileno repetirían Alexis Sánchez, Mauricio Isla, Arturo Vidal y Gary Medel, este último expulsado en aquel partido.
La actualidad
Con respecto a la final jugada el año pasado, son pocos los protagonistas que no repetirán en el once de esta noche.
En la zaga de Argentina no estarían Pablo Zabaleta ni Martín Demichelis, sustituidos por Gabriel Mercado y Ramiro Funes Mori. El mediocampo será prácticamente el mismo, conformado por Javier Mascherano, Lucas Biglia y Éver Banega (aunque este último trabajó de forma diferenciada el pasado viernes).
Mientras que en la delantera, el único cambio que se perfila con respecto al año pasado es la titularidad de Erik Lamela (suplente el año pasado) por Ángel Di María, acompañado por Messi y Gonzalo Higuaín.
Los defensores del título
Por su parte, la gran modificación de Chile con respecto al año pasado radica en el banquillo, luego que Jorge Sampaoli saliera a comienzos de año y fuese reemplazado por Juan Antonio Pizzi.
En la zaga saldrán los mismos jugadores del año pasado a excepción de Francisco Silva, quien será reemplazado por Gonzalo Jara.
Los volantes seguirán siendo los mismos, Charles Aránguiz, Marcelo Díaz y Arturo Vidal, mientras en la delantera la única variante será José Pedro Fuenzalida, quien ocupará el lugar de Jorge Valdivia, para sumarse a Eduardo Vargas (líder goleador de la Copa con seis tantos) y Alexis Sánchez.