César Sequera Ramos || @CesarSequera11 || Barquisimeto
Caribes de Anzoátegui cayó en el segundo duelo en Barquisimeto en la final de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, pero lejos de mostrar una cara triste o taciturna, varios miembros de la tribu señalaron que viajarán a Puerto La Cruz con el pensamiento de haber logrado el primer objetivo: robar la ventaja de localía.
“Es muy importante para nosotros porque llegaremos a casa con una victoria”, dijo el segunda base, Alexi Amarista, quien evitó mostrar exceso de confianza en sus declaraciones. “Todavía tenemos muchas cosas por hacer, porque necesitamos ganar otros tres encuentros”.
El lauro del pasado sábado tiene un significado especial para los jugadores de la tropa anzoatiguense más allá de hurtar la ventaja del local que tenían los crepusculares. Ellos saben que llegar al Alfonso “Chico” Carrasquel, un escenario donde no pierden un juego desde el pasado 9 de diciembre, representa un extra que es imposible negar.
“Siento que logramos un gran objetivo porque, aunque muchos todavía consideran a Cardenales favoritos, sienten mayor presión”, aseveró René Reyes. “Ahora vamos a ser locales, con nuestro público y con la ventaja de tener la posibilidad de ganar el campeonato”.
Curiosamente, el último descalabro de Caribes como locales llegó frente a Cardenales, pero eso sucedió en otra instancia de la campaña. “Ellos nos destrozaron en Puerto La Cruz durante la temporada regular, pero Omar López y Mike Álvarez hicieron los ajustes para que el pitcheo sea completamente distinto al de hace unos meses”, continuó Reyes.
Las diferencias cuando los indígenas juegan en su casa van más allá del uniforme. Por ejemplo, en las semifinales contra Leones del Caracas, apenas concedieron siete rayitas en 27 entradas de labor, para una efectividad de 2.33.
“Creo que nuestra concentración aumenta en los encuentros que disputamos en casa y eso mejora la química de todos los que estamos en el equipo”, compartió Amarista, quien ligó para un aceptable .278 como local, mientras que bajó hasta .250 en la carretera. “Pienso que ese ha sido el factor para jugar bien en casa, además que el público te inyecta más energía”.
Incluso Omar López mostró satisfacción por tener la serie dividida a pesar de la derrota en el segundo juego. “Mi meta siempre será ganar todos los juegos y eso lo saben los peloteros. Aunque por supuesto que me siento bien robar la ventaja de localía”, dijo el estratega. “Ahora estamos más cerca de lograr ese ansiado título”.
Ajustes en el plato. Otro motivo que dejó contento a Caribes que la serie se traslade a Puerto La Cruz es el hecho de ver acción en un estadio más amistoso para los bateadores, un bálsamo para una ofensiva que atravesó un slump colectivo en Barquisimeto.
Los maderos aborígenes solo ligaron para .167 en los dos primeros duelos de la final con cinco ponches y solo cuatro carreras fabricadas. “Los maderos no se han encendido, pero tengo la confianza que en Puerto La Cruz vamos a salir con otra actitud”, señaló René Reyes.
Solo Luis Sardiñas y Alexi Amarista tienen más de un incogible en la serie, sin embargo, ninguno sirvió para remolcar rayitas. Luis Jiménez, Balbino Fuenmayor y Reyes, quienes están llamados a cargar con el peso de la producción de carreras, apenas suman tres hits para Caribes.
“Es duro que 18.000 personas te estén gritando en contra. Por eso estamos contentos por jugar en casa, porque el público estará de nuestro lado y así todo es más sencillo”, concluyó Reyes.