Diego Naranjo Cevallos / @diegonaranjo16
Pocos cambios han generado mayor impacto en la LVBP como el de Jesús Guzmán. “El Chucho” era uno más en las filas de Cardenales de Lara, hasta que los Leones del Caracas lo adquirieron en un trueque por Marcos Carvajal y Jairo Ramos en 2007. Desde entonces, el nacido en San Salvador de Cumanacoa, estado Sucre, se ha convertido en el hombre récord de la Liga y en un líder indiscutible en la cueva melenuda.
“Cuando llegué al Caracas, el único que no era grandeliga era yo”, expresó Guzmán cuando recordó el juego entre los melenudos y Caribes en Puerto La Cruz el 25 de noviembre de 2007. “Estaban Omar Vizquel en el campocorto, Bob Abreu, Henry Blanco, Roger Cedeño, Marco Scutaro, José Castillo y Alex Cabrera. Debuté con Leones como jardinero central. Carlos Hernández (mánager del equipo en ese año) me preguntó dónde me sentía más cómodo si en el jardín derecho o izquierdo, y le dije que en el derecho, entonces me dijo que el centro era mío”.
Desde su llegada a la capital, Guzmán se ha convertido en uno de los pilares del equipo y ha colocado su nombre entre los mejores bateadores de la franquicia. En la 2008-2009 brilló con luz propia al establecer la marca de más remolcadas en la historia de la Liga (67) y conseguir el premio a Jugador Más Valioso.
“Caracas me dio chance y tiempo de juego”, analizó “El Chucho”. “Allá en Cardenales no jugaba y por más que tú sepas lo que puedes, no sirve de nada si no lo puedes demostrar. Aquí me dieron la oportunidad y gracias a Dios las cosas salieron bien”.
Desde que era muy pequeño, en su pueblo natal, Jesús siempre se mantuvo cercano a los deportes en general, pero fue el beisbol el juego que le despertó un amor único.
“En el pueblo de donde yo soy hay un terrenito que es sumamente pequeño, que siempre tenía monte y uno lo limpiaba para poder jugar”, rememoró Guzmán. “Era como un polideportivo, porque ahí jugábamos futbolito, beisbol, baloncesto y hasta ‘chapita’. Jugábamos de todo, pero ver los Caracas-Magallanes y la pasión por el beisbol fue lo que me llevó a escoger esto. Yo siempre iba para el terreno y narraba como si fuera un pelotero y siempre decía que era Edgardo Alfonzo, quien es mi ídolo, porque me identificaba con él”
En cualquier deporte se gana y se pierde, pero esto último es algo que al cumanés le cuesta digerir y lo obliga a trabajar más fuerte para borrar esa palabra de la hoja de anotación.
“Perder, ni jugando metra. Eso es muy malo. Lo negativo se ve más grande de lo que es. Todo hiede, nada huele”, aseguró el veterano paleador. “Estar en un equipo de tanta tradición como Leones del Caracas es más difícil y no podemos perder, porque la carga es mayor. De qué me vale tener estos números si no clasificamos y cargamos esta cruz. Al final de tu carrera es cuando te das cuenta de los números que dejaste, pero mientras estás jugando lo único que importa es ganar”.
Hoy en día todos los peloteros jóvenes del Caracas repiten una frase cada vez que hablan con la prensa: “Estoy jugando junto con Jesús Guzmán”. Para “El Chucho” esa influencia que tiene para los más jóvenes es más importante que cualquier estadística personal.
“No es lo que uno hace, sino lo que uno deja”, afirmó Guzmán. “Uno siempre trata de dejar un buen ejemplo, eso es más bonito que los números”.