María Isabel Moya | @MarisabelMoya
Destreza, agilidad y sutiliza deben existir siempre en un buen campocorto. Por lo general, el poder al bate no suele ser un común denominador para estos jugadores, que basta en que logren regularidad con el madero para mantenerse en un line up. Sin embargo, si un bailarín en la sexta posición del diamante consigue desarrollar un buen poder, ocurren grandes cosas. Esta temporada, los Tiburones, cuentan con un prospecto que podría unir estos dos factores, su nombre es: José Antonio Gómez.
“Entre mis metas de 2017 está en debutar esta temporada con el equipo grande de Tiburones de La Guaira”, dijo, en conversación con meridiano.net, el novel paracorto, José Gómez. “He estado trabajando en eso, en el bateo, he tratado de ser consistente en el día a día con las prácticas para ganarme el puesto y quedarme en el equipo grande”.
La pretemporada del equipo del Litoral Central, con mira a la campaña 2017-2018 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), arrancó el pasado 25 de septiembre en el Estadio Universitario de Caracas con más de 40 jóvenes peloteros, todos con el deseo de “hacer el equipo” para la venidera temporada. Pero, pocos de ellos, podrán concretar el objetivo. José Gómez, por su parte, brilla entre el montón.
El 2017 ha sido un año bastante significativo para el infielder de 20 años de edad. Por tres años y medio perteneció a la organización de los Rockies de Colorado, pero un inesperado cambio el pasado mes de julio entre los rocosos y los Phillies de Filadelfia, lo trasladó al equipo de Pensilvania. Los lanzadores J.D. Hammer y Alejandro Requena, también venezolano, y el infielder de Tiburones fueron canjeados por el grandeliga Pat Neshek.
“Al principio no conocía a nadie, pero luego me adapté y trabajé duro como siempre”, explicó Gómez sobre su cambio de organización. Sin duda fue así. Luego de batear .374 en 81 juegos en la Clase A de los Rockies, este 2017, el oriundo de la capital venezolana apenas vio acción en dos encuentros con el equipo rookie de los Phillies, para luego instalarse en la Clase A avanzada y, de esta manera, culminar el año con un promedio al bate de .310, con 63 carreras anotadas, 37 empujadas, 129 imparables, 22 dobles, 2 triples, 4 cuadrangulares y 18 bases estafadas.
“Ahora mi meta está en Venezuela, por eso me reporté desde el primer día. El jefe de ligas menores de los Phillies me llamó y me dijo que lo hiciera, hasta ahora no tengo limitaciones, espero debutar y jugar hasta que me lo permitan”, precisó el infielder, que cuenta con el respaldo de la parte técnica y gerencial de los litoralenses.
El debut del joven short stop no parece ser lejano. Tras el anuncio de que Miguel Rojas no jugará esta temporada en la pelota invernal, cada vez se abre más espacio para infield, que también podría ubicarse muy bien en la segunda o tercera base.
En la zafra anterior, el campocorto escualo tuvo un inesperado dueño: Heiker Meneses. Con un promedio al bate de .289, el de Guarenas, a sus 25 años, consiguió, por primera vez, la titularidad durante la campaña completa. Esta temporada, luego de haberse paseado por las sucursales AA y AAA de los Medias Rojas de Boston, Meneses pinta para arrancar en el short stop de Tiburones desde el primer día. Sin embargo, tendrá a un flamante prospecto como respaldo que, si se mantiene en el mismo camino, podría quebrantar la estadía del número 5 de La Guaira en la sexta almohadilla.
“Quiero vivir ese privilegio que tiene todo pelotero venezolano de jugar en su país, frente a su familia, su gente y como lo dije anteriormente, jugar en el equipo grande de Tiburones es la mayor meta que me queda por cumplir en este 2017”, cerró Gómez.