César Sequera Ramos || @CSequera11
Desde que salió al terreno de juego por primera vez, todos los ojos del estadio Universitario estaban sobre Joey Gallo. Después de todo, su etiqueta de prospecto élite en las Grandes Ligas, y que su nombre sea uno de los más escuchados en todas las negociaciones que involucran a los Rangers de Texas, así lo obligaban.
Pero ahora se encuentra en Venezuela vistiendo la camiseta de los Navegantes del Magallanes, y aunque nunca se pensó de esa forma, se convirtió en una atracción, incluso antes de comenzar el encuentro. “Ya pagué la entrada” e “impresionante” fueron algunas de las palabras que se escuchaban en el coso de Los Chaguaramos en apenas la práctica de bateo de Joey Gallo.
En su primera sesión, ya demostraba todo el poder que tiene y varias pelotas abandonaron el parque con facilidad. Luego llegó lo que todos esperaban. El madero hizo el ruido que todo coach de bateo ama y la esférica estuvo a un par de metros de abandonar todo el recinto, literalmente hablando. “Clase de tabla”, expresaba, Omar Malavé, con claras muestras de incredulidad luego de lanzarle la práctica de bateo.
Mientras que un tranquilo y más sereno Joey Gallo decía sus primeras palabras ante de su debut.“Quería jugar en una liga con nuevas personas y esto va a ser muy emocionante”, comentaba el inicialista sobre sus expectativas en la pelota rentada.
Se pudo conocer que Gallo tenía ofertas en República Dominicana, sin embargo, el Magallanes recibió una ayuda y no desde la gerencia. “Los muchachos de los Rangers me ayudaron a elegir. Robinson Chirinos y Drew Robinson me hablaron muy bien y decidí venir aquí a Venezuela”, aseveró Gallo, que también escuchó recomendaciones de Rougned Odor. “Va a ser muy emocionante porque me han dicho muchas cosas buenas de esta liga”.
Pero el poderoso toletero es consiente que viene a una LVBP que es sumamente complicada, y viste una camiseta que le demandará resultados inmediatos, sobre todo desde la fanaticada. “Espero que no sean agresivos conmigo”, aseveró el estadounidense con una risa nerviosa. “Sé que son exigentes, pero trataré que no me piten mucho. De todas formas no les voy a entender (idioma), quizás me feliciten o ya sabes (señal del dedo medio). Igual no voy a saber”, agregó en tono de broma.
Afortunadamente para Joey Gallo, su principal característica deportiva, es lo que más gusta en la afición turca. “Siempre me ha gustado batear y que la pelota recorra bastante”, resaltó el siniestro que tiene 152 cuadrangulares en cinco años en las menores. “Si juego en estadios que me ayuden, será mucho mejor y estaré feliz”.
Sobre la situación de Venezuela: “No tengo miedo”
Aunque es una pregunta obligatoria para todos los importados, al estar conversando con una de las principales promesas del beisbol, era una prioridad. “¿No tienes miedo por la situación que atraviesa Venezuela?” Sí había escuchado, pero no fue un obstáculo.
“Hablé con muchas personas en Estados Unidos y cuando les decía que iba a jugar a Venezuela me decían: '¿Qué? ¿Por qué?'”, comentó Gallo. “Pero he estado tranquilo. Muchas personas nos cuidan y me siento bastante seguro. Estoy contento de estar aquí”.
Joey Gallo aseveró que durante los pocos días que ha estado en Valencia, no ha “sentido nada que lo amenace o me ponga en peligro”, así que no hay nada de qué impacientarse.
Lo único que genera un poco de preocupación en la joya de los Rangers de Texas es la comida, sin embargo, no es por los motivos que todos esperan. “Necesito mantener mi peso y no ponerme muy flaco”, concluía el toletero que solamente jugará por un mes con Magallanes.