Pablo A. Rondón M. / @PablinhooAlee
A sus 23 años y luego de venir ascendiendo escalafones dentro de Filis de Filadelfia, Gustavo Armas ha ido llenando su libreta de aprendizajes para convertirse en una nueva ficha criolla en las mayores, aunque le queda alcabalas por superar.
Compartió con el equipo grande de los cuáqueros en el Spring Training, sí, ese mismo que posee estelares piezas que han ganado MVP como Andrew McCutchen y el millonario Bryce Harper, además de un Cy-Young y ganador de anillo de Serie Mundial Jake Arrieta.
De ellos tuvo varios conocimientos aunque ninguno mejor de cómo actuar bajo cualquier circunstancia durante un compromiso.
“El aprendizaje principal que pude obtener en el equipo grande fue la actitud que ellos toman ante cualquier situación que se les presenta en el juego”, resaltó a Meridiano el nacido en Miranda. Un aspecto de juego que diferencia a “grandes” de “chicos”.
“Siempre están tranquilos y concentrados en la situación que se les presente”, abundó Armas, el cual participó en su primer campamento primaveral.
Aunque su participación se limitó a un juego, puede decir que en su experiencia con peloteros de mayor rango dejó su huella al recetar a un rival, su único out sacado.
Pese a esa realidad, no observó mayores variaciones. “Es la misma pelota, es el mismo béisbol, solo que son peloteros con más experiencia, son más constantes en lo que hacen y son repetitivos en su rutina de bateo y de pitcheo”.
Criollos, sus refuerzos
Cómo en casi las mayorías de las novenas ligamayoristas, compartió con peloteros venezolanos. Y estos ya dentro de la organización poseen cierta jerarquía por sus años en ella.
Tal es el caso de Odubel Herrera, jardinero central titular del mánager Gabe Kapler, así como el infielder César Hernández y el relevista Edubray Ramos, su gran apoyo.
“Siempre estaban con nosotros dándonos consejos”, afirmó Armas. Específicamente Ramos, que “es pitcher, cualquier consejito como agarrar la pelota de una manera, en este conteo puedes trabajar con esto, todo depende del bateador. Nos ayudaron bastante”.
Pasantía exitosa
En invierno se estrenó en la LVBP con Tiburones de La Guaira, fungiendo principalmente como abridor. Aprovechó los excelsos toleteros de los parques nacionales para obtener la mejor radiografía de qué rivales podría enfrentar en niveles superiores al suyo.
“Me ayudó muchísimo, siento más confianza de la que tenía y tengo más experiencia a la hora de montarme en el montículo para hacer mi trabajo”, indicó el guatireño que dejó 4.32 de efectividad en 25 innings, repartidos en nueve confrontaciones.
Para él este 2019 “es un año crucial” y por ende se encuentra “muy bien”. “No depende de mí que vaya avanzando en ligas menores pero si voy a dar el 100% que tengo en el campo de juego”, avisó un derecho con ganas de consolidar ese control exhibido en las granjas de Filadelfia.