Redacción Meridiano:
El mundo de las Grandes Ligas siente el dolor por el fallecimiento, a los 83 años, de Frank Robinson, cuyos logros fueron notables en dos aspectos del beisbol.
Robinson será recordado en principio como el primer mánager negro de las Grandes Ligas, cuando fue nombrado piloto-jugador por Indios de Cleveland en 1975, rompiendo una barrera racial que como jugador hizo Jackie Robinson en 1947.
Pero además, Robinson fue uno de los grandes jugadores en las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado.
Debutó a los 20 años en 1956 con Rojos deCincinnati y de una vez hizo valer sus grandes concidiones al despachar 38 cuadrangulares, exhibir un average de .290 y anotar 122 carreras. Este último registro como líder de la Liga Nacional.
Combinando adecuadamente poder y contacto, Robinson recibió votos para el premio como Jugador Más Valioso por varias temporadas.
Fue en 1961 cuando finalmente ganó el premio en la Liga Nacional apoyándose en cifras como .404 de average de embasado, .342 de average, .611 de slugging, 1.045 de OPS, 39 jonrones, 51 dobles, 124 impulsadas. Todo esto con 25 años.
Frank continuó rindiendo una barbaridad al año siguiente con números parecidos, y por varias temporadas más su cifra de cuadrangulares estaba entre los 20 y los 30.
Vientos de cambio
Sorpresivamente, Cincinnati decidió salir de él por varios peloteros a fines de 1965. Orioles de Baltimore recibió tres jugadores a saber: Jack Baldschun, el lanzador Milt Pappas y Dick Simpson.
Los oropéndolas tuvieron un excelente ojo, porque Robinson en la Liga Americana se sintió de lo mejor y en 1966 despachó 49 jonrones, lo que fue la cifra más alta de su carrera. También remolcó y anotó 122 carreras y con average de .316 conquistó su segundo premio como Jugador Más Valioso.
Pero ahí está el detalle. Fue el primero con este reconocimiento en ambas ligas, récord que nadie ha logrado emular.
A pesar de llegar tercero en la votación para el Jugador Más Valios en 1971, Baltimore lo traspasó a Dodgers de Los Ángeles, y de allí vino un período corto de inestabilidad.
Más hitos
Jugando con Indios de Cleveland en 1975, marcó pauta cuando fue nombrado mánager-jugador y allí permaneció por dos temporadas más.
Luego dirigió a Gigantes de San Francisco, Orioles de Baltimore, Expos de Montreal y Nacionales de Washington. Pero ya su leyenda se había cimentado como un grande del deporte.