César Sequera Ramos || @CesarSequera11
Miguel Cabrera realizó un cambio esta temporada, específicamente en la caja de bateo. No precisamente en su mecánica, pero con la firme intención de tener mayor confianza al momento de tomar turnos.
El inicialista de Tigres de Detroit decidió utilizar un casco con protección especial porque de esa forma evitará recibir un pelotazo en el rostro. Esta medida la tomó como previsión respecto a la gran cantidad de envíos pegados que vio en las últimas dos temporadas.
“La forma en que lanzan ahora es muy peligrosa. Es necesario tener un poco de cuidado”, dijo el paleador venezolano al Detroit News. “Todo el tiempo me lanzan adentro y es momento de tomar una decisión al respecto”.
En su primer juego de 2018, Iván Nova decidió trabajar pegado a Cabrera. Según los distintos motores estadísticos de las Grandes Ligas, la cantidad de lanzamientos que ve el venezolano cerca de su físico aumentan progresivamente cada año.
“El año pasado, después de que Jacoby Jones fuera golpeado en el rostro, Miguel me preguntó al respecto”, comentó Jim Schmakel, líder del grupo de trabajo en el clubhouse de los Tigres. “No lo utilizó en 2017, pero ya lo tenía. En primavera me volvió a decir que quería uno”.
Hace un par de temporadas el beisbol de las Grandes Ligas quedó perplejo por el lanzamiento de Mike Fiers que impactó en la cara de Giancarlo Stanton. También han sido dramáticas las escenas de Chris Iannetta o Mitch Haniger en el piso con sus rostros ensagrentados.
Por eso Cabrera optó por utilizar el casco con una protección especial en el área de la barbilla para evitar unirse a esa lista de lesionados por pelotazos
“Debemos ser proactivos”, agregó Nicholas Castellanos, quien junto con el venezolano y José Iglesias, también solicitó la protección en el casco.
Sin problemas de visión. En 2017, Josh Donaldson afirmó que ese modelo de casco afectaba su visión sobre los lanzamientos y por ende su rendimiento.
Al menos en las primeras de cambio, Miguel Cabrera no mostró ningún contratiempo en la caja de bateo.
Antes del segundo juego frente a Piratas de Pittsburgh, el aragüeño tenía dos inatrapables en diez turnos, con un doblete y par de carreras remolcadas.
“Me siento bien y estoy saludable, que es lo más importante para mí”, afirmó Cabrera. “Ahora es momento de ganar varios encuentros, porque las personas no tienen fe en nosotros”.
Gerencia emocionada. Esa emoción por estar en el terreno de juego tiene satisfecho al cuerpo gerencial de los rayados.
“Ahora mismo Cabrera mantiene una gran sonrisa en su cara”, expresó el gerente general de los Tigres, Al Ávila. “Fue un buen invierno para él porque pudo jugar en su totalidad”.
El directivo reconoció que la decisión de Cabrera de tener una mejor protección es una prueba de su madurez. “Ahora debe hacer todo para mantenerse en el terreno”, subrayó Ávila a medios internacionales.