Pablo A. Rondón M. || @PablinhooAlee
Padres de San Diego acumula siete temporadas consecutivas con récord negativo, pero pretenden armar un núcleo competitivo con base en peloteros de juego pequeño. El arribo de Freddy Galvis, proveniente de Philadelphia gira en torno a eso.
Pero hay un jugador que ya estaba en el club y conoce al torpedero por ser compañeros con Águilas del Zulia en el béisbol venezolano, que viene con ganas de establecerse como un pelotero a tiempo completo: José Pirela.
El valerano viene una zafra anterior donde dejó sus primeros topes en las mayores, tras ligar para .288 en la cual consumió 312 turnos oficiales, conectó 90 hits, 25 dobles, cuatro triples y diez estacazos, remolcando 40 anotaciones y anotando 43. Tales números le merecieron para ser el representante de los religiosos en la elección para el Premio Hank Aaron, el cual otorga un galardón al mejor bateador de la MLB.
El final de esa campaña no fue el mejor porque terminó lesionado en el dedo meñique, tras un deslizamiento de manos en una almohadilla, pero al menos pudo tener participación con el conjunto rapaz en la LVBP por 12 duelos (siete de ronda regular y cinco en postemporada) y eso le hace llegar con ritmo de competencia.
Aunque confesó al portal web lasmayores.com “Lo del dedo fue un poquito difícil, ya que no pude jugar los últimos 15 juegos y la rehabilitación fue bastante larga”, además de reconocer que “Todavía tengo que trabajar en eso, para dar un poco más de movilidad al dedo”, afirmó.
“Me siento mejor que como estaba antes y seguiré haciendo lo necesario para sentirme mejor. Pero los doctores me dicen que esto puede durar dos o tres años, quizás toda la vida”, admitió el utility
Justamente, esa capacidad de defender varias posiciones, ha tenido pros y contras a lo largo de sus cuatro años de servicio en la Gran Carpa: “Quizás los Yankees y los Padres no sabían en qué posición iba a jugar”, se sinceró el pelotero de 28 años. Pese a los comentarios en torno a ese punto, busca llegar a su mejor nivel: “Siempre ha sido ésa la duda: que si me falta un poquito en segunda base, que si esto o aquello. Pero yo me he mantenido trabajando. Lo más importante es que el año pasado San Diego me pudo dar finalmente la oportunidad que estaba esperando y pude demostrar que sí puedo jugar en las Grandes Ligas”, comentó Pirela.
Sobre la llegada del “Topo” a la organización californiana, destacó “es mi hermano” y que “vamos a estar en el mismo equipo. Vamos a dar lo mejor de nosotros”, aspiró al trabajar con quien ya sabe lo que es levantar un trofeo de campeón cuando obtuvieron el título del campeonato venezolano 2016-2017.
Otro compañero en el “nido” que le ha ayudado, a pesar de ser rivales en la Liga Nacional es Ender Inciarte, jardinero central y ganador del Guante de Oro con Bravos de Atlanta, el cual posee una relación amistosa con su mánager en San Diego, Andy Green: “Él es amigo del manager de San Diego y una vez le preguntó por mí”, rememoró el de Trujillo.
“Le respondió que tenía que mejorar en la ruta que sigo al correr hacia la bola. Inciarte me dio entonces un consejo: me dijo que eso lo puedo mejorar en las prácticas; me recomendó ponerme un poquito más adelante de lo normal, para estar obligado a correr más en busca de los batazos, y así en los juegos se me haría más fácil. Lo haces más difícil en la práctica para que sea más fácil en el juego”, explicó sobre el aporte que le daría el patrullero.
Cerró su entrevista con una frase motivadora: “Será una temporada muy importante para mí”, aseguró.