Raúl Pérez / @enriul
Definitivamente esta Serie Mundial ha tenido todos los condimentos para ser catalogada como una de las mejores de la historia y, como era de suponer, el drama se estiró a un séptimo y definitivo juego gracias a una victoria (1-3) de Dodgers en el regreso de la serie a Los Ángeles.
Astros de Houston, equipo que llegó inspirado al compromiso tras una victoria espectacular en un electrizante juego cinco, el cual será recordado por décadas por todos los amantes del béisbol, confiaron la responsabilidad de abrir a su mejor lanzador: el estelar, Justin Verlander.
El experimentado derecho asumió su rol de la mejor manera, dominando inning tras inning a sus rivales, y pintando ceros en la pizarra dejando entrever un final feliz para los dirigidos por A. J. Hinch.
De por medio, ante los lanzamientos de Rich Hill, y con dos outs en la pizarra, George Springer sacudió un enorme estacazo solitario, dándole la ventaja a Houston y a un Verlander que estaba modo “insensible”.
Luego del sencillo de Yasiel Puig, en la segunda entrada, el diestro retiró a once bateadores en fila, hasta que el eficiente Austin Barnes, receptor que le quitó la titularidad a Yasmani Grandal a base de batazos importantes, conectó un sencillo para abrir el fatídico sexto tramo de Dodgers.
Acto seguido, Chase Utley (quien ingresó en lugar de Logan Forsythe en un doble cambio planteado por el manager de los californianos, Dave Roberts), recibió pelotazo por parte de Verlander y Chris Taylor, primer bate sacudió doblete remolcador, para igualar las acciones. Sin embargo, la paridad no duró absolutamente nada, ya que Corey Seager conectó un elevado lo suficientemente lejos como para que Chase Utley, quien corría en tercera, anotara la de irse arriba para los dueños de casa.
Verlander, quien se fue con seis entradas lanzadas, nueve ponches y apenas tres imparables recibidos, cargó con la derrota y alargó su cadena de juegos consecutivos sin poder ganar en Series Mundiales (perdió dos en 2006, uno en 2012 –con Detroit-, y uno este año con Astros, en un total de cinco aperturas).
Ya en el séptimo capítulo, ante los lanzamientos de Joe Musgrove, con un out en la pizarra, Joc Pederson sacudió un enorme estacazo por el jardín izquierdo, el cual celebró de manera descomunal, incluso volteando a ver el banco de Astros, lo cual no sentó muy bien para los siderales.
Con la ventaja 1-3 en la pizarra, Roberts –quien dijo que no volvería a utilizar a Kenley Jansen para seis outs-, trajo a su cerrador en el octavo tramo ante todo pronóstico. El curazoleño retiró de forma espectacular el octavo tramo, e hizo lo mismo en la novena entrada, sacando de manera seguida a Marwin González, Josh Reddick y al veterano Carlos Beltrán.
El lanzador ganador fue Tony Watson, quien sacó un tercio de inning y regaló un boleto, mientras que el derrotado fue Justin Verlander, a pesar de tener una muy buena apertura.
Por Astros, José Altuve se fue de 4-0, mientras que Marwin González bateó de 3-1 con doble.
Astros de Houston demostraron, una vez más, que cuando José Altuve se apaga, el equipo completo sufre las consecuencias. El venezolano sigue siendo la chispa que enciende a sus compañeros.
Este miércoles, los siderales contarán con Lance McCullers Jr. en la lomita y Yu Darvish, por parte de los locales, se jugará el séptimo y definitivo juego de la Serie Mundial. ¡No hay mañana!