César Sequera Ramos || @CesarSequera11
Acostumbrado a ver su nombre en el roster del Juego de las Estrellas y que su línea estadística proyecte una temporada histórica, Carlos González ve como su 2017 es diametralmente lo opuesto.
Va encaminado a su peor actuación en las Grandes Ligas y no se considera una “estrella” en la actualidad. En declaraciones al periodista Mark Kiszla en el Denver Post, CarGo fue sumamente severo al analizar su rendimiento con los Rockies de Colorado y las pocas respuestas que tiene para encontrar razones o motivos a tan pobre producción.
“Sé cómo se tiene ser el mejor jugador y el peor”, inició el relato González que apenas batea para .217 y tiene solamente 2 inatrapables en sus últimos 14 turnos. “En este momento, siento que soy el peor jugador del mundo”.
Ya no se puede utilizar la palabra slump, porque eso lo reduciría a un mal momento. Tras superar la mitad de temporada y todavía sin mostrar mejorías notorias en la caja de bateo, Carlos González encontró una mejor palabra para explicar lo que está viviendo: “Es una pesadilla”.
Más allá de algunos inconvenientes en su hombro, el zuliano aseguró que se encuentra saludable. Por eso no duda en acudir a sesiones extras con el instructor de bateo para conseguir la mayor cantidad de conocimiento posible, no obstante, siguen sin aparecer contestaciones a la pregunta que retumba en Denver: ¿Qué le pasa a Carlos González?
“No sé si hay una simple respuesta”, confesó el mánager de los rocosos, Bud Black, sobre el letargo ofensivo que tiene González. “Parece que está expandiendo la zona de strike mucho. Está haciendo swing a malos lanzamientos muy seguido”.
Según Fangraphs, Carlos González intenta golpear el 34% de los envíos malos, un porcentaje alto, pero inferior al 36.4% de 2016 cuando terminó ligando para .298 con 100 remolcadas o el 35.7% de la zafra de 2010 cuando terminó siendo el campeón bate de la Liga Nacional.
Incluso está mostrando mejor disciplina en el plato. Está negociando bases por bolas el 10.2% de las oportunidades, su mejor promedio desde que es titular en las Grandes Ligas y se está ponchando el 21.2%, ligeramente superior a la zafra anterior donde terminó con OPS en .855.
Quizás por eso empieza a caer en la desesperación, porque todo parece estar bien, aunque los resultados sean diferentes. “El mánager quiere que ejecute. Todo el mundo en el estado quiere que ejecute y no lo puedo hacer”, afirmó González. “Claro, me vengo abajo”.
La respuesta clara es que Carlos González encontró el peor momento para tener una temporada paupérrima. Con solamente 31 años de edad, los Rockies de Colorado finalmente en la pelea y convirtiéndose en agente libre al finalizar la campaña, se está perdiendo un chance importante o como el propio criollo lo comentó: “Siento que estoy perdiendo un autobús”.