César Sequera Ramos || @CSequera11
Alguna preocupación llegó a generarse cuando el promedio de Miguel Cabrera rondaba por los .260 puntos. Incluso comenzaba a dudarse del estado físico del inicialista de los Tigres de Detroit, que al tener molestias en la ingle, se creía que podría estar en el inicio de una temporada para el olvido.
Sin embargo, algunas métricas demostraban que sus estadísticas debían ser mejores que las obtenidas y que seguramente iban aumentar con el transcurrir de los días. Al tener un BABIP de .330 y que el 51% de sus contactos son medidos como “fuertes”, el despertar de Cabrera estaba bastante cerca.
Ese momento ya llegó. En sus últimos 10 encuentros, las buenas conexiones de Miguel Cabrera están esquivando los defensores rivales y tiene 11 inatrapables en 36 turnos, para dejar su promedio en .305.
Mientras que en los últimos 7 juegos, su rendimiento es todavía más impresionante. El aragüeño liga para un astronómico .400 con 1 cuadrangulares y 3 remolcadas en 20 turnos al bate, estadísticas que confirman el despertar de Cabrera.
Ese rendimiento silencian, nuevamente, esos comentarios de declive que aparecen sobre un Cabrera que ya tiene 34 años de edad, pero que tiene toda la confianza del cuerpo técnico de Detroit. “Él va a seguir bateando por muchos años”, aseguró Brad Ausmus a Detroit Free Press.
Con ese agresivo despertar, Miguel Cabrera ha logrado subir ese bajo promedio de .262 que tenía el 10 de mayo y llevarlo a un .272 que promete seguir subiendo a medida que mantenga su ritmo.
Es cierto que todavía los ponches siguen siendo un factor a corregir, pero la mejor versión de Miguel Cabrera está cerca y esas son malas noticias para los lanzadores de las Grandes Ligas.