Redacción Meridiano
A pesar de ser uno de los receptores con mejor contrato en las Grandes Ligas, (40 millones de dólares en tres zafras, desde 2015 a 2017), Miguel Montero no es el careta titular de los Cachorros de Chicago, pero sí es considerado como un mentor dentro del equipo y como una voz de respeto dentro del dugout.
Y en este comienzo turbulento de los actuales campeones de las mayores, con récord de 7-7 (hasta la jornada de ayer), por debajo en la División Central ante rivales como los Rojos de Cincinnati y Cerveceros de Milwaukee, no se encienden las alarmas, pero sí comienza a haber un pequeño grado de incomodidad, que está acostumbrado a cargar Miguel Montero.
“Es temprano. Obviamente, no quieres perder cuatro al hilo (racha que tenían hasta la jornada del martes). Pero lo bueno es que aún es temprano en la temporada. Nos falta mucho camino por recorrer. Tenemos que ganar una serie a la vez, un juego a la vez”, aseguró el cátcher de 33 años de edad, que solo ha visto acción esta campaña en seis de los 14 encuentros de los oseznos.
El tener a uno de los equipos más completos de toda la Gran Carpa le da un favoritismo grande a los Cachorros, que deberán aprender a mantenerlo para cumplir con las expectativas y llegar, al menos, a la postemporada. “Pusimos un estándar bien alto tras lo que hicimos en la zafra pasada”, reconoció Montero, tras el récord de la justa pasada con 103-58, el mejor de toda la MLB. “Pero estamos dispuestos a luchar por mantener ese nivel. No es nada sencillo, pero nadie dijo que lo sería “, resaltó el caraqueño a MLB.com.
Un mal comienzo es normal para cualquier novena en las Grandes Ligas, pero los Cachorros están conscientes de que juegan en una de las divisiones más parejas de todo el circuito, y saben que cuentan con el material suficiente para triunfar, tal y como lo hicieron en la campaña pasada.