Raúl Pérez / @enriul
Existe una premisa, o una creencia generalizada, que afirma que la gente no cambia. Pablo Sandoval, sin embargo, está tirando por tierra a todos los que piensan de esa manera. El venezolano afrontó la temporada de 2016 con unas condiciones deplorables, pasado de pesoy sufrió las consecuencias.
En el Spring Training del año pasado el carabobeño dejó números muy alejados a lo que su constatado talento le ha permitido mostrar en su estadía en las Grandes Ligas. Un pobrísimo average de .204 en 49 turnos, con dos cuadrangulares, siete remolques y tres anotadas, fueron las estadísticas del Panda en la pretemporada, lo que comenzaba a dar pistas de como sería su campaña con los Medias Rojas de Boston. Eso sin contar su gris puesta en escena al momento de defender la tercera almohadilla.
Sandoval fue el pelotero de los patirrojos que más pifias cometió en los entrenamientos primaverales (4). Mucho tuvo que ver su sobre peso y la dificultad que tenía para realizar jugadas que en un pasado habían sido de rutina para el venezolano de 30 años. El pelotero, conocido como "Kung Fu Panda", nunca ha sido delgado, pero siempre fue bastante atlético y un verdadero lince al momento de defender la antesala.
Todo esto fue el detonante para que Sandoval solamente pudiera ver acción en tres compromisos durante la zafra pasada, ponchándose en cuatro de sus seis turnos y dejando un gran huevo en la esquina caliente de Boston, que fue cubierto por Travis Shaw (actualmente en los Cerveceros de Milwaukee) y por Brock Holt.
Hoy, un año después, no queda rastro de ese Pablo Sandoval. El venezolano se reportó antes de tiempo y mostró una figura increíble. Tras haber superado con éxito su operación del hombro izquierdo, la cual puso punto y final a su actuación en 2016, el criollo quiere volver a convertirse en uno de los referentes del béisbol.
El "nuevo" Sandoval se parece mucho al mejor Sandoval. Pablo está ganándose con sudor, esfuerzo, y mucho bateo, su puesto en la alineación de John Farrel para el juego inaugural de los Medias Rojas de Boston el próximo 3 de abril en Fenway Park ante los Piratas de Pittsburgh.
19 carreras impulsadas (líder de todo el béisbol en los entrenamientos primaverales), cuatro cuadrangulares (igualado con Steve Selsky en el liderato dentro de los Medias Rojas), 20 imparables y un promedio de .351, son los principales argumentos de un Sandoval que quiere retomar su exitosa carrera. Eso, y el no haber cometido ni un error en cien episodios, hacen que el puesto de tercera base de Boston vuelva a tener su nombre inscrito en letras doradas.
La temporada está por arrancar (la tercera con el uniforma bostoniano) y todo queda en manos de Pablo. Solo de él depende volver a convertirse en aquel pelotero capaz de maravillar al mundo del béisbol con sus grandes jugadas en la antesala, su bateo más que oportuno y su manera de divertirse jugando a la pelota. 2017 es sin duda el año de Pablo Sandoval.