César Sequera Ramos || @CSequera11
Lo que se conoce del año 2016 para Pablo Sandoval fue sus problemas de sobrepeso, la lesión en el hombro, inconvenientes con la prensa y el cinturón que se rompió cuando abanicó un lanzamiento. Por eso, el “Panda” decidió romper su silencio con la prensa y contarle a ESPN lo que significó un periodo que le dio múltiples críticas y aprendizajes en su vida.
“Mi carrera había caído en un abismo”, expresó el antesalista de los Medias Rojas de Boston. “Estaba demasiado complaciente con las cosas que ya había conseguido. No trabajé duro para conseguir más y ser el jugador que soy y puedo ser”.
Luego de una brillante estadía con los Gigantes de San Francisco, que le permitió conseguir tres anillos de la Serie Mundial, presencias en el Juego de Estrellas y un contrato de 95 millones de dólares, Pablo Sandoval entró en el peor estado que un atleta puede tener: Conformismo.
Se reportó a los campamentos de Boston en un pésimo estado de forma y su rendimiento en su primera temporada fue bajo. Dejó promedio de .245 con 10 cuadrangulares y 47 carreras remolcadas en 126 juegos, estadísticas que no complacieron al cuerpo técnico, gerencial y menos a unos aficionados que esperaban ver al “Kung Fu Panda” que enamoró a San Francisco.
Su segundo año fue todavía peor. Su sobrepeso se incrementó y una operación en el hombro lo convirtió en el villano de una novela que no iba a tener un final feliz. Pero usó ese mal momento para tocar fondo y tomar una nueva actitud. “Definitivamente las cosas pasan por algo”, expresó Pablo Sandoval sobre la lesión y cómo usó la rehabilitación para recuperar la motivación. “Me ayudó a revitalizar el fuego en mí por ganar”.
Uno de los grandes motivos que le ayudó a reencontrarse fue el nacimiento de su hijo, o como le llama Pablo Sandoval: “Bebe Panda”. “Verlo crecer y que tenga la oportunidad de ver a su padre jugar en las Grandes Ligas por cinco u ocho años más, es mi motivación diaria. Las personas a mi alrededor, son la clave de mi éxito”.
En diciembre de 2014, cuando Sandoval firmaba su nuevo contrato con los Medias Rojas, afirmaba que “podría ser su último contrato” y que retirarse al finalizar su pacto con Boston era bastante viable. Ahora, con una nueva mentalidad, busca recuperar su estampa de estrella y ayudar a conseguir el campeonato.
“He estado siguiendo una rutina realmente estricta que necesitó de mucha dedicación de mi parte”, aseguró Sandoval. “No ha sido fácil despertar cada día a las 6:30 de la mañana para ir al gimnasio y comenzar un día completo de trabajo, pero tienes que tener ese tipo de dedicación si quieres alcanzar los objetivos”.
Todo indica que Pablo Sandoval tiene el camino libre para quedarse con la titularidad en la tercera base con los Medias Rojas. Los movimientos de Yoán Moncada y Travis Shaw así lo demuestran, sin embargo, el criollo no quiere volver a cometer el error de confiarse.
“No doy nada por sentado”, agregó. “Estoy aquí para trabajar duro, sin pensar en la posición. Estoy empezando desde cero y voy a demostrar lo que puedo hacer en el campo”, concluyó un nuevo y motivado Pablo Sandoval.