María Isabel Moya | @MarisabelMoya
El sexto campeonato de la Liga Americana para los Indios de Cleveland llegó y no de casualidad. Durante toda la temporada 2016 se consagraron como uno de los equipos más consistentes de su liga. Sin embargo, desde 1997 no lograban este galardón, consiguiéndolo ahora bajo el mando de Terry Francona, que llegó al equipo en 2013, y que disputará su tercera Serie Mundial en 12 años (Boston 2004 y 2007).
Con un récord de 94-67, los Indios llegaron a la postemporada, caracterizados por un excelente pitcheo que, tras estar instalados en octubre, se quebrantó de manera inesperada. El venezolano Carlos Carrasco (11-8), el dominicano Danny Salazar (11-6) y el candidato al Cy Young Corey Kluber (18-9) no estaban disponibles para arrancar la segunda parte del mejor béisbol del mundo. El rival, los Medias Rojas de Boston, no estaba nada fácil.
El temor de caer ante una potente ofensiva como la que ostentó Boston durante la temporada, era palpable. Tener que enfrentar a jugadores como Mookie Betts (.318), Dustin Pedroia (.318) y el dominicano David Ortiz (.315) se tornaba cuesta arriba. Sin embargo, el pitcheo, una vez más, respondió de la mejor manera.
Corey Kluber reapareció recuperado de su desgarro en el segundo juego de la serie y fácilmente ganó el encuentro en siete innings lanzados. Pero, no fue un tema de suerte. Los Indios de Cleveland barrieron a las poderosas Medias Rojas en cuatro encuentros, sin Carraco ni Salazar. Ya lo demás fue fácil.
En la final por el campeonato de la Liga Americana se encontraron con unos luchadores Azulejos de Toronto, que habían conseguido el pase a las postemporada con el comodín, librándose de los Orioles de Baltimore y más tarde en una contundente barrida a los Rangers de Texas. Sin embargo, recurrieron nuevamente a sus efectivos lanzadores y en cinco juegos se acreditaron campeones de la Liga Americana.
Ryan Merritt, quien apenas debutó en las mayores el pasado 30 de mayo y solo se subió a la lomita cuatro veces durante la temporada, se proclamó como uno de los protagonistas al abrir juego que sentencio el campeonato para “La Tribu”, pese a que su aparición se debió a las bajas en la rotación.
Merrit, en su segunda apertura en el mejor béisbol del mundo, lanzó 4.1 entradas, en las que solo le dispararon dos hits, no permitió carreras, no otorgó bases por bola y ponchó a tres jugadores. Una actuación impecable que fue respaldada por el relevo de Bryan Shaw, Cody Allen y por supuesto Andrew Miller, quien se alzó como el Jugador más Valioso de la Serie de Campeonato. Además, los cuadrangulares de Carlos Santana y Coco Crisp, en dicho encuentro, también se vanaglorian con el mérito del campeonato.
En busca de la Serie Mundial tras 68 años
Desde 1948, que obtenían el campeonato por segunda vez (la primera en 1920), los Indios de Cleveland no levantan un trofeo de Serie Mundial. Ni en su época dorada de mediados de los 90, cuando disputaron el “Clásico de Otoño” ante los Bravos de Atlanta y los Marlins de Florida en 1995 y 1997 respectivamente.
En 2016 podría ocurrir la hazaña. Los de Terry Francona llegan con una ventaja inédita para el equipo: jugarán como local en el primer encuentro de la Serie Mundial. El Progresive Field se vestirá de gala para recibir a los Cachorros de Chicago, campeón de la Liga Nacional.
El efectivo pitcheo de “La Tribu Americana” podría terminar de sellar el camino a la gloria tras 68 temporadas, en un año redondo para la ciudad de Cleveland, tras el campeonato de los Cavaliers en la NBA.