Manuel García Velásquez | [email protected]
“Si tuvieras el libro con la historia de tu vida. ¿Leerías la última página?”, fue una frase que publicó hace poco más de un año en su cuenta de Twitter el lanzador de los Marlins de Miami José Fernández, quien trágicamente murió el domingo luego de impactar su bote contra un rompeolas a las 3:30 AM.
Esas palabras quedarán ahora en los entendidos del beisbol, que no sabrán de qué manera hubiese terminado la carrera de un talentoso lanzador que parecía no tener techo. Que ganó el premio a Novato del Año en la Liga Nacional en la temporada 2013 y cuyo récord de 29-2 en casa hacia temer a sus rivales.
Fernández viajaba en una embarcación de 10 metros de largo con otros dos acompañantes, que también fallecieron, y sufrió un “severo impacto” contra el rompeolas, indicó Lorenzo Veloz, de la Comisión de Conservación, a la agencia de noticias Associated Press, que recalcó que la causa del accidente fue el exceso de velocidad.
El bote volcado permaneció en el agua durante varias horas la mañana de ayer con su motor sumergido parcialmente y la punta hacia arriba, con los escombros regados por las rocas. Las autoridades dijeron después que los cadáveres fueron trasladados al forense. Dos de los cuerpos fueron hallados debajo de la embarcación y el tercero en el rompeolas, informó el capitán Leonel Reyes, de los servicios de rescate de Miami-Dade. Los nombres de los otros dos individuos no serán divulgados hasta comunicarse con sus familiares, añadió la Guardia Costera. Veloz señaló que no hay indicios de que bebidas alcohólicas o drogas fueran causantes del choque.
“Fue una de las grandes estrellas jóvenes de nuestro deporte, que tuvo un impacto dramático dentro y fuera del terreno desde su debut en 2013”, declaró el comisionado de Grandes Ligas, Rob Manfred.
El mánager de los Marlins, Don Mattingly, removió de su apertura de ayer a José Fernández en un movimiento para descansar a su as, que hoy haría su apertura 30 en la temporada. Se esperaba que fuera la última de la temporada.