César Sequera Ramos || @CSequera11
Quizás todos se encuentren sorprendidos por la línea ofensiva que tiene Rougned Odor. Después de todo, un promedio de .282, con 31 cuadrangulares y 85 carreras remolcadas son estadísticas bastante positivos, pero al analizar su rendimiento en los momentos claves, el asombro crece todavía más.
El segunda base de los Rangers de Texas ha enseñado esa características que encanta a los analistas estadounidense. Ese gen clutch que señala a los jugadores que se crecen en los juegos cerrados, y que Odor ha demostrado tener en su repertorio.
Rougned Odor sacudió un soberbio cuadrangular en la entrada 12 contra los Astros de Houston que sirvió para que los tejanos se acercaran al banderín del Oeste y a asegurar la ventaja de localía en la postemporada.
Pero más allá de los beneficios al colectivo, el batazo del zuliano le permite engordar sus estadísticas en los momentos de apremio. Fue el sexto jonrón de Odor en encuentros “cerrados o en entradas finales”, igualando el segundo puesto en todas las Grandes Ligas, y quedando solamente detrás de Salvador Pérez, quien tiene siete.
Y no solo son batazos de larga distancia. El camarero liga para .319 con 16 remolcadas, 16 anotadas, slugging de .606 y un astronómico OPS de .950 en la instancia antes mencionada, pruebas suficientes de su jerarquía. “Nunca nos rendimos”, comentó Odor a MLB sobre el rendimiento de Texas en juegos cerrados. “Tratamos de hacer lo mejor posible para ganar encuentros”.
Mientras que con corredores en segunda y tercera—escenario que presionaría a cualquier toletero joven—es todavía más productivo. Liga para un elevado .357, y aunque no tiene cuadrangulares, su slugging de .500 le ha permitido remolcar 12 anotaciones.
“Está haciendo algo bien”, aseveró el lanzador de los Astros, Doug Fister, que ha sufrido continuamente con las conexiones de Rougned Odor. “Está bateando muchos jonrones y muchos contactos fuertes, así que definitivamente está haciendo su tarea”.
Y vaya que está cumpliendo a cabalidad sus responsabilidades. En los últimos 15 juegos de los Rangers, Odor promedia .349, con siete bambinazos y 22 empujadas, siendo un factor determinante en el buen momento que y tiene Texas.
Pero más allá de esas estadísticas, su nombre no se escuche en el debate por el Jugador Más Valioso de la Liga Americana. Sus detractores usan su paciencia –agresividad—en su contra, pero no cabe la menor duda que es la temporada que catapulta a Rougned Odor al estrellato.