Carlos E. Castellanos L.
“Me siento superfeliz, ya solté la presión que tenía desde hace 6 juegos de dar ese jonrón y hacerle swing a todos los pitcheos, pero ya estoy tranquilo, ojalá se extienda este récord”, estas fueron las primeras palabras de Alex Cabrera, luego de convertirse en el nuevo monarca de los cuadrangulares de por vida en una temporada de la LVBP.
Veintiún jonrones en una zafra es el tope que se suma a los libros de historia de la pelota criolla. La marca de Baudilio Díaz permaneció por 33 años con 20 vuelacercas, desde la temporada 1979-1980 (la estableció el 12 de enero del 80), ahora Alex Cabrera, nacido en Caripito pero criado en El Tigre, la rompió la tarde del domingo 22 de diciembre de 2013 en el mismo escenario, el estadio Universitario.
“Esto fue algo que siempre soñé, romper esa marca en esta liga, cuando salió el batazo no sabía cómo correr las bases, si soltar el bate. Fue un momento único y Dios sabe lo que hace y porqué lo hace”, describió “El Samurái”.
Cabrera aseguró que desde que estaba en el circulo de espera y vio que el tercer bateador llegó quieto a la almohadilla y se llenaron las bases, de inmediato se imaginó que su batazo para romper el récord sería un grand slam. “En un momentico vino a mi mente ese pensamiento: será que lo voy a dar con las bases llenas. Y cuando vi el pitcheo de inmediato sentí que Dios me dio la fuerza para pensar y dije: de seguro ahorita sí me va soltar el slider, y di el batazo”.
El toletero y cuarto bate a la ofensiva del conjunto salado estaba en cuenta de un strike y dos bolas cuando llegó el momento de soltar el estacazo de vuelta entera. “Yo vi el lanzamiento y dije aquí fue, por fin se me dio el momento que tanto quería”.
Pasaron siete juegos desde que soltó el jonrón 20 para igualar la marca de Baudilio Díaz el pasado sábado 14 de diciembre, precisamente un juego frente a Caribes en el estadio Universitario. Fueron 29 turnos al bate, recibió 7 boletos y se ponchó en cinco oportunidades antes de soltar el esperado jonrón. Por ello el poderoso toletero aseguró que durante cada juego y cada turno previo se mantenía ansioso y desesperado, “incluso ya estaba perdiendo la concentración”.
“Es más fácil darle a la pelota a que ella salga, y por eso desde que llegué hoy al estadio me enfoqué y me dediqué a que tenía que darle a la pelota. Yo me repetía: tengo que concentrarme para pegarle, no buscar el jonrón. Y, fíjate, salió”, enfatizó.
Destacó que este cuadrangular se lo dedicó a su hijo Ramón Cabrera. “Él quería venir, pero después me dijo que mejor no, que prefería verlo desde casa. Anoche (el sábado), estuvimos juntos hasta tarde y me dijo: ‘tú vas a dar el jonrón en el primer turno’. Me dijo que me quedara tranquilo, que lo iba a dar, y agradezco mucho sus palabras. Esto lo hice por él (Ramón), porque él no quería que yo me retirara esta temporada, él decía que iba a ser muy frustrante, y aquí estoy”.
El camino. Asimismo, el designado e inicialista de la novena salada destacó que nunca se imaginó que noviembre sería su mes más productivo al soltar 17 jonrones, pero ese fue el impulso para llegar hasta aquí.
De igual forma, recalcó que después del jonrón 20 los lanzadores le estaban lanzando con sumo cuidado. “Ya a estas alturas del campeonato los equipos se cuidan más porque ya hay que buscar la clasificación y ninguno quiere llevarse un cuadrangular. Y yo le hacía swing a todo por la ansiedad y por eso me lanzaban de todas formas”.
Ahora “El Samurái” considera que su próximo logro será quedar campeón con La Guaira, así como también lograr la triple corona en la LVBP. Agregó que aún no piensa en el retiro, que por el contrario ahora es cuando puede demostrar que tiene todas las condiciones para seguir jugando beisbol.
Domingo, 22/12/13