Pero Felipe Hernández
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Clayton Kershaw, tetracampeón de efectividad en la Liga Nacional, triple Cy Young y Más Valioso, era considerado hasta el año pasado el mejor pitcher de la actualidad sin necesidad de mayor deliberación. Pues le ha salido competencia y la respuesta a la pregunta de cuál es el número uno del montículo en el presente dejó de tener una respuesta automática, sobre todo desde que Jake Arrieta empezó a encriptar sus envíos en el código Enigma.
Grandes nombres llenan una lista de serpentineros que se pueden robar el show, pero solo tres por ahora han sido totalmente intratables desde la zafra anterior. Son: Arrieta, Kershaw y Chris Sale, otro que se las trae y que tiene un Cy Young a la vuelta de la esquina.
Arrieta viene de un dominante 2015, cuando se alzó con el honor de ser el mejor lanzador de la campaña y se adjudicó el premio de Cy Young en la liga Nacional. El derecho quedó de primero en la votación por encima de los abridores de los Dodgers de Los Ángeles de ese momento Zack Greinke y Kershaw. El haber terminado con récord de 22-6 y una efectividad 1.77, lo hizo ser uno de los que menos carreras permitió con 52 rayitas, 45 de ellas limpias.
Arrieta, quien se mantiene invicto en diez presentaciones de la actual campaña, con foja de 9 triunfos y un juego sin decisión, acumuló hasta el pasado 25 de mayo, cuando enfrentó a los Cardenales de San Luis, 29 juegos seguidos desde el 21 de junio de 2015 sin admitir más de tres carreras de los rivales. Es un dominio que hace creer que el derecho de 30 años de edad no puede perder cuando se sube al morrito.
Si un rival seguro tiene Arrieta en la actualidad es el zurdo triplecoronado del pitcheo en 2014, Clayton Kershaw, que con sus ponches, la habilidad de lanzar juegos completos y conseguir blanqueos genera pánico entre los toleteros que deben enfrentarlo.
Kershaw, por cada nueve episodios laborados, guillotina a 11 bateadores por encuentro. Esta destreza hace al tres veces Cy Young del viejo circuito el tirador que más ponches receta por campaña. Hasta ahora, en diez salidas, acumula 95 abanicados (la cantidad más alta en todas las mayores). El nativo de Dallas está acostumbrado a ser el que más cobra víctimas en el plato. En los últimos seis años Kershaw ha sido el más ponchador del certamen en tres temporadas (2011: 243, 2013: 242 Y 2015: 301).
Por su parte en la otra liga (Americana), Chris Sale parece ser el más dominante cuando abre para su equipo, los Medias Blancas de Chicago, pero al compararlo con los otros artífices de la Nacional (Arrieta y Kershaw) la pelea se hace interesante porque el siniestro de los patiblancos es el mejor en su liga por ser el único que acumula nueve triunfos, está entre los tres primeros en efectividad (2.26), primero en entradas lanzadas (71.2) y cuarto mejor en ponches recetados (69).
Desde que inició la temporada, el 4 de abril, hasta el 19 de mayo, Sale acumuló nueve salidas al hilo con victorias, pero la racha se rompió el pasado 24 de mayo cuando cayó ante los Indios de Cleveland en 3.1 capítulos, para tener la peor actuación desde el 13 de septiembre de 2015. Esa última salida del as de los Medias Blancas lo alejó en la estadística de carreras permitidas, a diferencia de Arrieta y Kershaw, ya que ambos han aceptado 13 rayitas cada uno y Sale ya acumula 18 anotaciones limpias.
El debate no se cierra con estos tres monticulistas. Madison Bumgarner es otro brazo brillante que busca su espacio en la realeza del pitcheo actual. Desde 2013, el siniestro de los Gigantes de San Francisco tiene efectividad de 2.82 y 1.05 de WHIP, con 9,3 ponches por cada nueve innings.
Aún quedan muchos juegos para disputar este año. Sin embargo si un lanzador tendría que ser elegido ya como el mejor en la Gran Carpa sería Kershaw, no solo por ser un ponchador nato, sino porque tiene la habilidad de silenciar a los bates rivales en juegos completos y sin carreras y por tener la efectividad más baja (1.48) del circuito, pero esto ocurriría si la temporada finalizara hoy y aún quedan cuatro meses del mejor beisbol del mundo.