Humberto Acosta
No se puede medir como la velocidad de los lanzadores. Tampoco se puede calcular como el tiempo que tarda un corredor de ir desde el home a la primera base. Sin embargo es una de las herramientas con que cuenta todo pelotero. Y según los cazadores de talento, al menos en el escenario de las grandes ligas, es la más difícil de poseer. La llaman la sexta herramienta y no está asentada ni en el brazo ni en las piernas. Se halla en el cerebro.
De allí, la dificultad que envuelve, no solo su medición, sino su desarrollo o perfeccionamiento, como intentará un lanzador mejorar su control o un bateador pulir su contacto con la pelota que le ofrece el pitcher.
Ese es el tema del que hoy escribe Humberto Acosta en Meridiano, tomando como punto de partida, lances que evidencian el nivel que en algunos jugadores alcanza la sexta herramienta. Un grupo si se quiere selecto y entre quienes se halla en estos tiempos Miguel Cabrera, y en los pretéritos, leyendas como Willie Mays, Mickey Mantle y Roberto Clemente.
Lea la nota completa este lunes 25/05/2015