Kyle Kuzma llegó a Washington Wizards y la gerencia del equipo pensó que habían obtenido a una estrella de la NBA, pero el movimiento no resultó lo que ellos pensaron que sería. Pese a los números sólidos del alero, el conjunto de la capital estadounidense no está conforme y quieren darle un giro de 180° a la plantilla, por lo que Kuzma es uno de los hombres que puede salir antes de que llegue la fecha límite de traspasos.
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El jugador de 28 años se encuentra en el mercado y Wizards está abierto a escuchar ofertas por él, pero el valor que piden podría ser muy elevado y esto podría ocasionar que no lleguen a algún acuerdo con otro conjunto. Desde la gerencia de los capitalinos esperan obtener dos selecciones de primera ronda del Draft por Kuzma, pero pocos equipos estarían dispuestos a hacerlo.
De acuerdo al periodista Sam Vecenie, Washington planea obtener piezas que le permitan organizarse a futuro y por ello desea picks del próximo Draft para rearmarse en base a ellas o poder hacer cambios con ellas para poder ser competitivos dentro de la Conferencia Este.
¿De vuelta a Los Ángeles?
Ante esto, uno de los destinos en los que podría aterrizar Kuzma sería su ex equipo, Los Ángeles Lakers, quienes no se encuentran un buen momento y podrían aprovechar la nueva versión del alero y mejorar para la segunda parte de la campaña.
La gerencia de los laguneros se encuentra activamente buscando en el mercado para conseguir los jugadores necesarios para volver a competir en la postemporada como en la campaña pasada, donde llegaron hasta Finales de Conferencia Oeste ante Denver Nuggets. Sus 22.4 puntos, 6.2 rebotes y 4.2 asistencias en esta temporada podrían ser de mucha ayuda para ser el tercer referente en ofensiva por detrás de LeBron James y Anthony Davis, pero habría que esperar por lo que puede ofrecer Rob Pelinka para recuperar a su ex jugador.
En sus primeras cuatro temporadas en la liga, justamente con Lakers, Kuzma tuvo promedios de 15.2 unidades, 5.6 rebotes y 1.9 asistencias, y fue campeón de la NBA en la burbuja de Orlando en 2020.