Minnesota Timberwolves volvió a vencer a Denver Nuggets en el Ball Arena, en Colorado, y puso las Semifinales de Conferencia a su favor 2-0. El conjunto de Minnesota sacó por completo de la cancha a Denver e impuso su estilo de juego, especialmente en la defensa, para ganar por 80-106.
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Nikola Jokic y Jamal Murray, principales referentes de Nuggets, no tuvieron su mejor noche en el costado ofensivo, pero esto se debe a una razón en específica: la defensa incisiva de los jugadores de Wolves. Los dirigidos por el coach Chris Finch no solo han tenido un buen acierto en tiros de campo, sino que también han logrado apagar la ofensiva rival con rotaciones en el costado defensivo y manos activas para cortar las líneas de pase del portabalón en cada jugada.
La defensa de Wolves es la clave
En el segundo juego de la serie, Wolves logró dar 12 bloqueos, robar 11 balones y dejar a Nuggets en tan solo un 35% en tiros de campo durante todo el compromiso. En los dos primeros cotejos de las Semifinales de Conferencia de la NBA, Minnesota se ha mostrado con las piezas necesarias para vencer a Denver con un juego basado en la defensa y bastante físico para cortar el estilo de juego de sus rivales.
Asimismo, Minnesota tuvo un rating defensivo de 90.6, dejando claro que están en otro nivel en este aspecto. Pese a no haber contado con Rudy Gobert, principal referente en defensa y finalista al premio de Defensor del Año, Karl-Anthony Towns y Naz Reid se fajaron en la pintura para frenar a Jokic.
Otra de las claves del éxito de Minnesota es cortar el pick & roll central entre Murray y Jokic, que resulta en un sinfín de opciones para Denver cuando "Joker" tiene el balón en la parte central del tabloncillo. Luego de anotar 99 puntos en el primer compromiso, Wolves solo permitió que Nuggets llegara a 80 en el segundo cotejo, mostrando una gran intensidad en defensa.