Luego de los 35 años, la mayoría de los jugadores en cualquier disciplina disminuyen su nivel de juego debido a un ciclo natural del deporte donde ya se acercan al final de sus carreras. Sin embargo, algunos son la excepción a la regla y siguen demostrando su mejor versión hasta en sus últimas campañas.
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Un ejemplo de ello es Leandro García Morales, quien a sus 43 años de edad continúa jugando como si tuviera en sus primeras temporadas dentro del baloncesto. En su última presentación con el club Biguá, en la Liga Uruguaya de Baloncesto, aportó 27 unidades, 3 rebotes y cuatro asistencias para vencer a Nacional, líder del torneo.
Leyenda viviente
García Morales fue la bujía ofensiva de su equipo y ayudó al "Pato" a cortar el invicto de Nacional y, además, colocaron su récord en positivo por primera vez en la temporada. Allí, "El Monstruo" se reencontró con Windi Graterol, centro de la selección nacional venezolana, luego de haber compartido tabloncillo en Cocodrilos de Caracas hace poco más de 10 años.
El escolta es uno de los importados más destacados que ha venido con el conjunto saurio en la extinta Liga Profesional de Baloncesto, logrando dos títulos con los capitalinos y siendo unas de las piezas claves junto con Jack Michael Martínez y Carl Elliott en la obtención de ambos campeonatos bajo la dirección de Néstor "Mamá Osa" Salazar.
El escolta se ha caracterizado en su carrera por ser un jugador con gran capacidad para anotar lanzamientos en los momentos apremiantes de los partidos o, también conocido, como el "clutch". A su vez, tiene la capacidad de organizar el juego como armador y anotar el tiro de larga distancia con consistencia, características que le han valido para permanecer jugando durante más de 20 años y que lo siga haciendo a un alto nivel en diferentes países del continente americano.