Lyss Cedeño||@lyssCede
Los Lakers (sin Ingram ni Hart) barrieron (127-113) a unos Cavaliers sin Kevin Love, Tristan Thompson, Rodney Hood y Cedi Osman pero con el gran LeBron en la cancha.
Cabe destacar que LeBron James fue recibido como todo un “rey”, entre ovaciones del público y sin olvidar los grandes carteles de coqueteo con el jugador ya que la meta de la franquicia es unir al astro a sus filas para la próxima temporada.
El equipo de los Ángeles, que no sabían lo que era doblegar a los Cleveland Cavaliers desde febrero de 2014, mostró sus mejores versiones de la temporada para tumbar a un rival que pierde así la tercera plaza del Este, ahora en manos de los Indiana Pacers.
El 'discutido' Julius Randle fue el mejor del choque con 36 puntos (récord personal en la NBA), 14 rebotes y 7 asistencias, mientras que Isaiah Thomas registró 20 tantos y 9 asistencias.
LeBron James, bajo la atenta mirada de su agente, Rich Paul, se quedó cerca del triple-doble (24 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias), en tanto que el español José Manuel Calderón aportó 14 tantos (4 de 5 tiros de campo, 1 de 2 triples y 5 de 6 tiros libres), un rebote, dos asistencias y un robo en 21 minutos.
El reencuentro de Larry Nance y Jordan Clarkson con los Lakers e Isaiah Thomas con los Cavaliers tuvo su toque picoso en toda la noche.
Thomas que además finalizó su gran noche con un precioso "crossover" sobre Calderón y posterior mirada desafiante al banquillo de los Cavs.
Los californianos, apoyados en Kentavious Caldwell-Pope y Brook Lopez, con 10 tantos cada uno (26-19), concluyeron el primer cuarto en ventaja, pero su rival se entonó con la entrada en cancha de Calderón, quien comenzó a distribuir juego con inteligencia (41-39).
LeBron se fue enfadado, con gestos de frustración que apenas había enseñado desde el volcánico cierre de mercado y el All Star.
Puede que los Lakers no lleguen a disputar los playoffs esta temporada, pero dejaron claro a James que su futuro, si así lo desea, puede ser de oro y púrpura.