Jesús Sánchez / @Jesusalberto14
Toda la NBA está pendiente de lo que vaya a hacer LeBron James el año que viene: Se queda en los Cleveland Cavaliers o definitivamente cambia de equipo.
El alero no ha revelado su futuro aún y nadie sabe lo que quiere hacer. Lo que sí está claro es una cosa: solo hay cuatro equipos en los que podría recalar el jugador.
James, en el 2016 firmó el contrato más alto en la historia de la NBA de 100 millones de dólares por tres años y la franquicia que lo quiera tendrá que lidiar con eso.
El primero de ellos es Cleveland. Su casa desde que llegó a la mejor liga de baloncesto del mundo (tuvo un pasaje de cinco temporadas por Miami con el Heat). Tienen prioridad, pero el alto costo del jugador podría abrirle las puertas, aunque saben que la idea es que se retire allí.
Los otros son Los Ángeles Lakers y los 76xers. Ambas escuadras en re construcción, aunque los últimos un poco más adelantados, pero es notable como les falta a ambas escuadras un jugador de veteranía y que lleve las riendas del equipo con un liderazgo. Todas las cualidades que tiene el “Rey”.
La última de ellos son los Houston Rockets, actualmente el mejor equipo de la NBA. Teniendo en cuenta que tienen a un jugador como James Harden que cobra también un alto salario al igual que Chris Paul, parece ser una opción un poco alejada de la realidad, pero es tentativa para LeBron.
Lo que sí parece ser seguro es que LeBron James tiene una larga durabilidad aún en la NBA. A sus 33 años sigue siendo para muchos el mejor jugador de la liga (27 puntos por partido, 8.4 rebotes y 9 asistencias) y el que más minutos jugará esta campaña. Está buscando jugar los 82 partidos de la temporada por primera vez en la campaña.
Fuente: Kevin O’Connor