Lyss Cedeño// @lyssCede
El escolta Leandro García Morales, quien regaló cinco temporadas gloriosas en la Liga Profesional de Baloncesto Venezolana (LPB) es actualmente el máximo líder anotador en el torneo Liga de las Américas.
El uruguayo aunque fue capaz de convertir 42 puntos en una semifinal no ha podido llevarse el afamado trofeo de la liga. "Los logros individuales que no están acompañados de éxitos colectivos muchas veces carecen de sentido. El básquetbol es un deporte colectivo y se juega para ganar, cuando eso no se logra, el resto pasa a ser una anécdota", explica el tirador en una entrevista para FIBA.com. Sin embargo, es inevitable una porción de satisfacción: "de todas maneras, es algo que me enorgullece haber logrado. Han pasado grandísimos jugadores por esta liga y estar dentro de los más destacados es gratificante".
Leandro quien actualmente juega profesionalmente para Hebraica y Macabi de la Liga Uruguaya de Básquetbol es considerado, en este momento, el mejor jugador uruguayo en su posición Escolta.
Es inevitable, tratándose de un anotador incansable, recordar con él su actuación más deslumbrante en un partido de la Liga de las Américas. El 22 de marzo de 2014, en el partido por el tercer puesto, convirtió 42 puntos frente a Halcones de Xalapa para colgarse la medalla de bronce en el pecho con la camiseta de Aguada puesta.
“Todos teníamos bronca por haber perdido tan feo contra Flamengo la noche anterior. Nos sentíamos en falta por lo que nos había pasado y salimos durísimo contra los mexicanos. Ellos arrancaron muy mal y cuando quisieron ponerse en partido nosotros ya estábamos con mucha confianza. Fue uno de esos días donde sale todo”, recuerda el uruguayo.
Luego de su gran campaña de Aguada, las lesiones no se hicieron esperar En julio de 2014 se rompió el ligamento cruzado de la rodilla derecha, lesión que lo marginó de las canchas por un largo período.
En ese lapso redescubrió la práctica del yoga. “Es algo que había hecho en mis épocas de universitario en Estados Unidos, pero al principio lo hacía obligado porque no me gustaba y no tenía la paciencia para estar una hora sentado o en el piso acostado controlando la cabeza. Con el paso del tiempo me di cuenta que me ayudó bastante a relajarme y a recuperarme entre partidos”, dijo Leandro.
Y agrega que “tras esa dura lesión, incluimos el yoga en los primeros tres meses de la recuperación y me ayudó muchísimo a manejar la ansiedad. A partir de ahí, en los equipos que me ha tocado estar siempre tratamos de incluir alguna sesión de yoga (a veces mezclado con pilates) para ayudar a la recuperación entre partidos y es algo que nos viene dando bastante buen resultado”.
El uruguayo es fanático de Manu Ginóbili, quien a los 40 años se mantiene vigente en la NBA. Es una inspiración para él. Y así como el astro argentino, García Morales pretende continuar jugando y no tiene claro cuándo será momento de retirarse.
Si continúa con los buenos hábitos que lo hacen brillar a los 37 años, seguiremos viendo esa secuencia tan repetida en la historia de la Liga de las Américas: el vuelo de la bola rumbo al aro tras salir de la mano de Leandro García Morales y su destino certero haciendo sonar solo la red.