Raúl Pérez / @enriul
Carmelo Anthony quiere abandonar New York Knicks y el conjunto neoyorquino se quiere deshacer de su máxima estrella. Eso parece ser lo único claro en la historia del verano en la NBA. Tras meses de dimes y diretes, parece que Anthony tiene pie y medio fuera de la Gran Manzana.
El jugador, quien posee una clausula en la que puede decidir su destino, parece no ver con malos ojos la opción de Portland Trail Blazer, luego de que las negociaciones entre Houston Rockets y New York se enfriaran paulatinamente.
Se esperaba que el próximo lunes, fecha en la que comienza el entrenamiento del conjunto de la capital del mundo, se diera a conocer el canje que enviaría a Carmelo a Houston, para reunirse con James Harden y Chris Paul, pero la historia ha dado un pequeño vuelvo.
Anthony, de 33 años, tiene como prioridad absoluta su llegada a Houston, pero en vista de la demora, no vería con malos ojos un posible aterrizaje en Oregon, para juntarse con Damian Lillard, C. J. McCollum y compañía.
De llegar al lunes sin ningún tipo de acuerdo, el jugador neoyorquino tendría que enfundarse nuevamente el uniforme de los Knicks y comenzar los entrenamientos a expensas de lo que pueda pasar en los próximos días.