César Sequera Ramos || @CesarSequera11
El 19 de junio de 1984 se ha convertido en una de las fechas más importantes para el baloncesto de la NBA y del deporte en general. Ese día fue que llegó al profesional el mejor basquetbolistas de todos los tiempos y uno de los principales modelos a seguir: Michael Jeffrey Jordan.
“MJ” o “Air Jordan”, como es conocido por sus aficionados, venía de ser el mejor jugador de la NCCA gracias a su exitoso paso por la universidad de Carolina del Norte, sin embargo, su nombre se empezaría a establecer cuando se volvió profesional en 1984.
En esa oportunidad, los Rockets de Houston contaban con la primera selección del Draft, pero se decidieron por la estatura y el dominio que tuvo Hakeem Olajuwon en la Universidad de Houston. Luego llegaba el turno de los Trail Blazers de Portland, que cometiendo una de las decisiones más polémicas en la historia de la NBA, se decantaron por Sam Bowie y dejaron a Jordan en bandeja de plata para los Bulls.
El resto de la historia se cuenta por sí sola. El mítico 23 transformó completamente la franquicia de los astados dándole seis campeonatos, 14 representaciones en el Juego de las Estrellas, 1 Novato del Año, 5 premios al Jugador Más Valioso y un sinfín de seguidores que llegaron a ver el baloncesto gracias a su “Majestad”. Sus volcadas, disparos en momentos importancias y hasta su ropa marcaron un antes y después en el deporte.