Stephen Curry pondrá punto final en el verano de 2017 a su antiguo contrato con Golden State Warriors. Ese que firmó en 2013 por cuatro temporadas y 44 millones dólares. Ese que le convierte el cuarto jugador mejor pagado de la plantilla con 12,1 millones por detrás de Kevin Durant (26,5), Klay Thompson (16,6) y Draymond Green (15,3). Ese que no está en relación con la calidad ni el dominio que ha demostrado en al NBA en las dos últimas temporadas, que le dieron dos MVP de la Regular Season (uno por unanimidad -131 de primero-, la primera vez en la historia) y un anillo en dos Finales.
Por ello, una de las grandes preguntas durante el Media Day de los Warriors fue cuáles son sus intenciones a partir de julio del próximo año. Curry lo tiene claro y quiso zanjar un asunto espinoso que podría volver loca a la organización y a los aficionados durante todo el curso: "Quiero volver a estar aquí. Me gusta jugar aquí y eso es todo", dijo el jugador nacido en Akron.