Roberto Dorta / @balonalaire
Tal como lo ofreció hace 2 años, Lebron James alcanzó coronar contra todo pronóstico a los Cavaliers de Cleveland al vencer a los Warriors de Golden State con pizarra de 93 por 89 en el 7mo partido de la serie.
Desde 1988 en un séptimo encuentro no se presentaba un jugador con un triple doble, y el liderazgo de Lebron James lo hizo. La chispa de Kyrie Irving y la estocada de Tristan Thompson fueron básicas para escribirse en la historia de la NBA como el primer equipo en remontar un 1-3 en unas finales.
Un partido que inicio con mucha emoción, cerrado y sin que ninguno de los dos equipos diese ventajas en los primeros cuartos. Kevin Love en principio parecía junto a Thompson la nueva apuesta estratégica para Tyron Lue. Mientras que por el lado de Golden State, Steve Kerr volvía a apostar por Festus Ezeli ante la lesión de Andrew Bogut. Al inicio fue de alternabilidad de un lado al otro. Un Cleveland que inicio con un parcial de apenas 1 acierto en 8 intentos de triple, hacia presumir que desde el perímetro no sería su fuerte en la noche.
Con un Draymond Green anotando 23 puntos el 1er tiempo finalizaba 49 por 43 y hacía sospechar que la historia de los Warriors se encaminaba a su título. Problemas de falta para Thompson , J.R. Smith y Kevin Love (2) fueron muy administrados en la 1ra fase; mientras que Stephen Curry , Green y Klay Thompson habían sacudido las redes y apuntalaban a mostrar su mejor cara en la segunda parte.
Pero Cleveland salio renovado, y un Irving desconocido con una intensidad en defensa y en ataque se convirtió el último día de la campaña en ese compañero que todos esperaban tuviese Lebron en Cleveland. Las incertidumbres en la posición de pivot en Warriors fueron drenando puntos y rebotes, aspectos que se combinaban con fallos en tiros de larga y media de Cleveland.
Un Smith encendido recorto la distancia y ofreció un recital ofensivo por minutos en el 3er cuarto capaces de poner la pizarra al cierre del 3er tramo 75 a 76 favorable a Golden State pero con una inspiración que hacía presumir que el último cuarto sería de emociones.
Muchos fallos en ese último período tanto que el parcial quedó 18 a 13 (favorable a Cavs). Stephen Curry forzando tiros de media y larga, y un Thompson que constantemente se veía acosado por la defensa de Irving o de Smith.
A falta de 5:24 empieza el torbellino final. La inspiración y el momento donde definitivamente los grandes se hacen ídolos. Lebron forza una falta y se para en la raya de los tiros libres donde anota los 3, para luego aprovechar una costosa pérdida de balón de Curry concretar un canasto de 3 puntos más. Fallos de un lado, fallos de otros, que al final solo favorecían a los visitantes ya que el reloj era su mejor amigo. Lebron falla 3 ataques, Curry falla y Klay Thompson falla lanzamientos que hacían poner el cronometro al borde del final.
A falta de 53 segundos Kyrie Irving anota un triple que ponía un aire de sombra y distancia al cotejo. Era el 92 a 89, solo 3 puntos. Allí surge quizás el exceso de confianza, y con dos tiempos en su haber, Steve Kerr deja que salga la jugada y de forma apremiante Curry lanza un intento de triple que se pierde y deja la sombra de la molestia para muchos, ya que pudieran haber usado un tiempo y armado una jugada. La respuesta de Cleveland fue como el último autobús que podías tomar, pero se te escapo, James fue hacia el tablero y recibió una falta, donde cae al tabloncillo y queda por minutos privado del dolor; como algo de dramatismo. Así, se levantó y embocó uno de los dos tiros.
Kerr usó uno de sus tiempos y a falta de 10 segundos armó una jugada para tratar de remontar cuatro puntos de diferencia.
La jugada un intento desde larga distancia para el MVP de la ronda regular, quién no pudo embocar y de esa manera, ver como perdían no solo una ventaja de 3 victorias por 1, si no como se les iba el campeonato de las manos.
James igualo un record de triple dobles con James Worthy y Jerry West, ambos con los Lakers (1988 y 1969).
Desde 1964 cuando los Browns en la NFL lograron un título, el estado de Ohio no tenía un equipo profesional campeón. Lebron ha visto así cumplir su sueño de entregarle un campeonato al estado donde nació.
Mucho se habló de lo irregular de la serie donde por 6 partidos las victorias eran una más abierta que la otra; pero el 7mo, sin duda, que el 7mo fue lo que todos esperábamos haber visto más frecuentemente entre dos grandes equipos.
Se cierra una campaña de un equipo que lo gano “casi” todo, de un Golden State que solo perdió un juego clave. Un juego que le quitó nada más y nada menos, que el título.
Y de un Lebron James que fue constantemente cuestionado, que se habló de sus severas discrepancias con David Blatt, y de haber impuesto a Tyron Lue por amiguismo como su coach. Críticas hacia Kevin Love, hacia el verdadero rol de Irving. Al final, los triunfos borran esas manchas y solo dejan la foto del trofeo Larry O´Brian, insignia que muchos han querido, pero que pocos han podido.
2016-06-20