César Sequera Ramos
Antes del partido disputado en ORACLE Arena de Oakland, Stephen Curry recibió de manos del comisionado de la NBA, Adam Silver, el trofeo de MVP. Pero más allá del trofeo, demostró su condición de mejor jugador del año en los últimos segundos del encuentro.
El base armador de los Warriors de Golden State no tardó en encontrar su inspiración encestadora, y causó estragos en el cuarto periodo para ser la figura que anotó los tantos decisivos.
Curry hizo gala de su drible y consiguió un impresionante triple para que su equipa defienda el título de reyes del Oeste en las finales de conferencia.