El despido del entrenador Derek Fisher fue "necesario" para sacar a los Knicks de su racha perdedora, afirmó Phil Jackson, presidente de operaciones del equipo de Nueva York.
Jackson, que conquistó once títulos como jugador de los Bulls de Chicago y Los Ángeles Lakers, despidió a Fisher, el entrenador que él mismo eligió en 2014, para emprender la reconstrucción del equipo.
Con Fisher el equipo perdió 31 partidos y ganó 23 en lo que va de temporada y en total salió victorioso en 40 y sucumbió en 96.
"Nunca hemos cuestionado la valía de Fisher y estoy convencido de que tiene la capacidad para entrenar en la NBA, pero la situación actual que vive nuestro equipo no es la más aconsejable para que siga", dijo Jackson, quien designó en forma provisional al entrenador asistente Kurt Rambis, otro discípulo suyo.
Jackson afirmó que en la actualidad sólo hay dos jugadores intocables dentro de la plantilla, el alero Carmelo Anthony y el pívot novato latvio Kristaps Porzingis, revelación de la temporada.
Añadió que su objetivo inmediato es ver cómo puede salvar la temporada si el equipo clasifica a la fase final.
El equipo ocupa en el duodécimo puesto de la Conferencia Este.
Jackson negó que los problemas sentimentales de Fisher con la exmujer del alero Matt Barnes, que incluso los llevó a enfrentarse a golpes, hubieran sido la causa de su despido.
"La situación no fue nada agradable para nadie. Todo lo contrario, muy desafortunada. Sin embargo, para nada influyó en la decisión que se tomó", puntualizó. /EFE
Martes 2016-02-09