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Internacional

Venezuela tiene una rotación de altura

Por Meridiano

Jueves, 03 de septiembre de 2015 a las 03:26 am

Asdrúbal Prince Hernández/CIUDAD DE MÉXICO

En el primer partido de la selección nacional de Venezuela, no había terminado el primer cuarto y ya todos los jugadores habían visto minutos en cancha. Síntoma de cohesión, rotación y más importante aún, de descanso.

El Preolímpico tiene un factor, que muchas veces, solo se ve en el fútbol como determinante a la hora de jugar, correr y exigirse en la cancha. La altura (2240 metros sobre el nivel del mar) que tiene Ciudad de México es el elemento del cual todas las selecciones se cuidan. Pero del lado venezolano es una premisa para todo el cuerpo técnico, que comanda el coach argentino, Néstor “Che” García.

“Es un factor, que quizás ahora no afecte pero en la siguiente ronda si lo hará”, explicó García quien cuenta con profundidad en el banco para suplantar a los cinco titulares en determinado partido. “Tenemos a los jugadores necesarios para hacer las rotaciones. Eso también ayuda”, agregó el entrenador de los venezolanos.

Pero no solamente es sustituir a un jugador por otro, se trata, según el coach albiceleste, de mantener a todo el grupo caliente, que desde la banca vengan y se sientan comprometidos y enfocados en el juego. Por ejemplo, Heissler Guillent entró desde el banco ante Cuba y fue el máximo anotador del partido con 14 puntos.

“Lo que sí, es que todos se sienten involucrados. Si en ofensiva aparecen en defensa se ven mucho mejor”, sentenció el “Che” García.

Sin complejos

Los jugadores criollos se prepararon por más de mes y medio para el Preolímpico. Se han hecho fuertes como grupo y eso se nota a la hora de las sustituciones. No hay quejas hacia el cuerpo técnico, más sí, con ellos mismos si el trabajo no se hizo.

“Uno cuando sale a la cancha sale a hacer el trabajo. Gracias a Dios las cosas salen bien, pero cuando no, hay que seguir adelante”, aseguró Guillent, quien también se ve afectado por la altura. “Después de la actividad física viene el descanso y ahí te pega un poco. Se te coloca la nariz roja y sientes picazón en la garganta pero luego se te pasa”, enumeró el base.

Néstor Colmenares, que también se entrega en el tabloncillo, es consciente de que la resistencia física es clave. “El físico va a marcar la diferencia en el torneo y el coach lo sabe, por eso nos rota muy bien”, atizó el ala-pívot.

 

 

 

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