NOTAS RELACIONADAS
En esta ocasión, la Semana Santa se conmemora desde el 25 al 31 de marzo, donde los feligreses se preparan para celebrar la festividad más importante del calendario litúrgico. Se trata de la evocación de la Vida, Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
Existen muchas tradiciones que caracterizan este período. Sin embargo, el Viacrucis es una de las más emblemáticas. Es conocido de muchas formas, destacándose las “Estaciones de la Cruz” o “Vía Crucis”, siendo la representación de todas las etapas de la vida Jesús, desde el momento de la condena, extendiéndose hasta la crucifixión y posteriormente, la sepultura.
Cabe destacar que esta práctica se remonta a los primeros siglos del cristianismo y es parte fundamental de las actividades programadas durante la festividad litúrgica.
Por lo general, se desarrolla en forma de procesión, pasando por cada una de las estaciones que simbolizan los episodios más importantes de la vida de Jesucristo y lo conducen hasta el Calvario. Además, se acompañan con oraciones y lecturas bíblicas relacionadas.
En diversas iglesias y templos, los devotos suelen reunirse para recorrer las estaciones y lo llevan a cabo con canticos y reflexiones sobre el significado de cada una.
El Viacrucis va más allá de una simple dramatización de las etapas más icónicas de la vida del Mesías. Se trata de una invitación a los feligreses para practicar la introspección y la reflexión relacionada con el sacrificio. Es un momento oportuno para alabar y honrar los esfuerzos del hijo de Dios hacia la humanidad, quien entregó su vida y sufrió las más grandes humillaciones para salvar a su pueblo del pecado.
Actualmente, los devotos desarrollan esta práctica de diversas maneras. No obstante, la esencia se mantiene intacta. Mientras que la finalidad sigue siendo congregar a las personas, llevando un mensaje de amor por parte de Jesucristo y renovar el espíritu cristiano.