El FC Barcelona y Girona dieron vida a un derbi catalán en el Estadio Montilivi. Uno en el que, además, había muchísimo más en juego que unos simple tres puntos. Sobre todo, porque azulgranas y gironnis están en plena lucha por la segunda casilla de La Liga, que da acceso a la Supercopa de España.
En ese escenario Girona dio un golpe sobre la mesa y recuperó esa ansiada posición. Para eso le valió derrotar a los culés con un abultado marcador de 4-2, para la fiesta de los suyos en su casa.
El encuentro inició con un ritmo frenético. Tanto que el FC Barcelona pudo abrir la pizarra al minuto 3' de partido desde los pies de Andreas Christensen. Sin embargo, la alegría duraría poco porque un minuto más tarde Artem Dovbyk igualó las acciones para los locales.
Girona no bajó los brazos ante Barcelona
Esa primera parte finalizó a favor de los azulgranas, quienes tuvieron un penal al 45' para retomar la ventaja. Robert Lewandowski pudo cambiarlo por gol y todo parecía indicar que los culés se llevarían las acciones.
El segundo tramo mostró, de entrada, a un Barca con ganas de arrollar a Girona. De hecho, generó hasta cinco opciones clara para aumentar el marcador, sin contar con la eficacia en ataque.
A partir de allí, una acción cambió el rumbo del compromiso, después que Sergi Roberto cometió un grosero error. El volante dio una devolución a su portero que quedó corta y Dovbyk con Portu cambiaron por gol.
Desde ese incidente, el Barcelona no volvió a ser el mismo. Miguel Gutierrez aprovechó el momento de desconcierto y anotó otro tanto al 67'. Portu cerraría todo con un mazazo a la oncena catalana al 74', tras un auténtico golazo de volea en toda la frontal del área.
Finalmente, este marcador sirvió a Girona para remontarse a la segunda casilla de La Liga. Al tiempo que todo esto le valió al Real Madrid para sumar su campeonato doméstico número 36 en su historia.